domingo, 28 de febrero de 2016

Conozca cómo sobreviven los trujillanos ante la escasez de productos básicos

notihoy.com

La crisis económica golpea cada vez más fuerte a los venezolanos, y los habitantes de la tierra de paz y encanto no se escapan de esta terrible situación.

Cada día  se acentúa más la escasez de productos de primera necesidad, aunado a esto los nuevos mecanismos para reducir las colas a las fueras de los supermercados ponen cuesta arriba  la adquisición de los mismos, ante esto los trujillanos no tienen más opción que reinventarse.

Conozca cómo sobreviven los trujillanos ante la escasez de productos básicos

Bicarbonato, el nuevo amigo de las axilas trujillanas


salud.uncomo.como

El desodorante le dijo adiós a los anaqueles y para poder adquirirlo los compradores deben pasar toda una odisea o pagar precios elevados por tan anhelado producto.

Actualmente algunas familias trujillanas han optado por utilizar la receta de la abuela, bicarbonato con limón, incluso, para hacerlo lo más parecido a los desodorantes de las más afamadas marcas, utilizan algunos mililitros de crema humectante y un toque de bicarbonato, solución que se ha posicionado en gran parte del territorio regional.

Harina de maíz pelado, la heroína de las arepas

cocinayvino.net

La arepa es el plato típico venezolano por excelencia, pero la escasez de harina precocida amenazó con acabar esta tradición, sin embargo no paso mucho  tiempo para suplir este producto.

La harina de maíz pelado, que antes era consumida muy poco en los hogares trujillanos, hoy se vende como pan caliente, su precio accesible y buen sabor dicen presente en el desayuno de cada habitante de la región.

Jabón líquido, la nueva opción para lavar la ropa
primeranoticia.net
Las amas de casa anteriormente escogían que marca de jabón en polvo utilizar para lavar la ropa, algunas preferían el de olor primaveral o el que brindaba protección a sus manos.

Hoy en día, el encargado de lavar la ropa en los hogares trujillanos es el jabón líquido, pues es la alternativa más parecida a los productos de limpieza utilizados anteriormente.

 A falta de azúcar, panela
escarola.org

A pesar de poseer un Central Azucarero en el estado, para gran parte de los trujillanos esta sustancia cristalina se encuentra desaparecida.

Ahora, la panela molida es la interina del azúcar, y es utilizada para endulzar desde el “guarapo” o café en las mañanas hasta los más ricos postres.

Jabón de pasta, el suplente del champú

miamujer.com
Según las abuelas trujillanas, el utilizar jabón azul (de pasta), evita que te salgan canas.

Esta recomendación ahora es aplicada por gran parte de la población por ser la opción más viable ante la falta de champú.

El trujillano es conocido por no rendirse ante los problemas, y una muestra de ello son todas las soluciones que han buscado para tratar de salir airosos de la escasez de productos de primera necesidad.

Y tú ¿has aplicado alguna de estas opciones?





miércoles, 24 de febrero de 2016

2016 en Poesía

Fotografía: Carlos Solarte.
Amigo(a) lector(a), este año 2016 (en pleno inicio) ha resultado cargado de atípicas eventualidades para quien les escribe, experiencias que de forma muy particular han marcado el transitar de mi vida en estos dos meses, cosa que me ha llevado a escribir ciertos poemas de los cuales quiero compartir algunos con ustedes, poemas que de manera muy acertada explican (escritos como dice Briceño Guerrero, “bajo el imperio de la reflexión”) las experiencias más notorias. Queda a juicio de usted mi apreciado lector, el interpretar los poemas que a continuación les dejo.



De una tarde

Soy esta tarde ansiosa
presencia teñida de moribundo naranja
gravitando inconteniblemente
sobre el jazmín
en la profundidad del viento
busco los nombres verdaderos de las cosas
me pierdo entre los adagios de la malagueta
¿quién guía mis pasos como grito de loco al vacío?
algunas flores dijeron que seré eco en el viento
ojala mi palabra despierte una centella en el cosmos.




De 8:30 a 3:30

Somos motores
maquinas eléctricas
androides
computadoras
prototipos desalmados
pieza removible del capital
somos la diáspora
la miseria
nuestros pies tambalean
hijos del teclado ultra sensible
sodomizados por el wi-fi
adictos   jodidamente adictos.



En un sueño

Anoche me disparé más de tres veces en la sien
construí mi rostro con las adivinaciones del fuego
anoche me disparé más de tres veces en la sien
siempre me es dado reposar a las orillas de la noche
anoche me disparé más de tres veces en la sien
más allá   no sé dónde   sentado en pétalos violeta
anoche me disparé más de tres veces en la sien
la tierra enseña sus flores lastimadas
anoche me disparé más de tres veces en la sien
y aun no puedo abrazarla en estos pastos de soledad
anoche me disparé más de tres veces en la sien
en la desdicha   en la tempestad de las sombras
anoche me disparé más de tres veces en la sien
volví a encontrar el fracaso al amanecer.



          En la lluvia

La tarde toca su muerte con susurro de jazmín
descienden ángeles que empapan las calles
refrescan la sangre de las flores
las alas del aguacate resonando
hacia el desenfrenado sonido de los truenos
en la astronomía de los cocuyos
olor astral de tierra mojada
sabor lunar de ángeles caídos
sigo volando desesperadamente.



         Terrible poema de amor

                          a Rafaela, quien besa la temprana hierba

aquel cuerpo que reposa como piedra
me dice mira hacia atrás
y así quedan mis cartas
dilatadas de amor
no se marchita esta roja rosa
larga es la tarde
al paso de las estrellas
saludos hermosa ave
frente al enamorado de astros
no habrá mas
nada más habrá para ti:
mansos ángeles pintados de helechos
jóvenes vestidos de flores
frutas de cantos utópicos
y este terrible poema de amor.



          Una sonrisa

nada más
un pedazo de cielo
de infierno
una sonrisa
de mañanas azules
lunes florido
febrero elevado
agua fresca
una sonrisa
en eterna primavera
cascada de dulces burbujas
noble sonrisa de mujer

ríete siempre.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Carvajal, después

Vista de Carvajal desde la Bajada del rio. http://www.panoramio.com

Parte II
Yo podría decir que los carvajalenses estamos satisfechos con lo que tenemos, con lo que somos, aunque al mismo tiempo no nos pongamos de acuerdo con lo que somos, ni sobre lo que queremos ser, tal vez por el funcionamiento de la ciudad. Desde que me mudé a Carvajal en el año 94, lo veo tan igual como siempre, no tiene un avance progresivo como lo puede tener Valera, debido a la reducida inversión del estado y los políticos de turno que rigen sobre el pueblo. Tampoco retrocede, está allí, suspendido en el eco cenagoso de la conformidad,  unos edificios más, un centro comercial nuevo, la universidad y más pobladores, tan parecido a la Venezuela de hoy como lo puedan percibir, desde su conformación como municipio en el año 90 hasta hoy, ha tenido solo tres alcaldes en veintiséis años.

Como pueblo ambiguo y con ancestral cultura, Stovacuy es también parte del nacimiento a nivel americano de una nueva cultura, resultado de la antes mencionada mezcla genético-cultural. Los carvajalenses nos sentimos parte de Valera (no con esto quiero decir que nos sintamos valeranos), debido a que nuestras vidas transcurren mayormente en esa ciudad, es uno de los motivos por el cual a Carvajal la llaman, con toda razón, “Ciudad dormitorio”. La fuente más grande de trabajo que tiene Trujillo es Valera, allí se concentran la mayoría de las empresas del estado, algunos organismos públicos, y un porcentaje alto de la actividad comercial regional. El carvajalense se ve obligado a beber de la fuente de trabajo que es Valera, pues las ofertas en su pueblo son escasas: la alcaldía, Industrias K.E.L. C.A., los dos centros comerciales, el aeropuerto (casi inactivo), la Fábrica H.A. Espósito, dos bancos.


Vista de Carvajal desde el Alto De La Cruz. http://www.panoramio.com

El sistema climatológico de Carvajal es relativamente fresco, debido a su altitud de 800 m.s.n.m. a los 1.200 m.s.n.m. en su punto más alto, y la proximidad con la cordillera del Alto de La Cruz, esto produce en la vida de sus pobladores, que laboran, estudian y se desempeñan en Valera, un gran alivio, pues si bien Valera carece de atraso con respecto a Carvajal, no ocurre lo mismo con el infernal calor. Conserva un atractivo turístico por explotar, inmenso, al igual que tierras donde producir todo tipo de cultivos.

Carvajal guarda cierta relación con Valera en cuanto a distribución del espacio geográfico, goza de zonas altas: montañosas, de tierras cultivables,  nacientes, arroyos, hermosos y grandes cedros, gente amable, el campesino de La Loma, agricultor hasta donde puede, criador de animales (gallinas, cerdos, pollos, chivas) para su consumo interno, gente de curiosa personalidad, supersticiosa, de pocas palabras, con su manera propia de vestir y andar, la zona media: donde se concentra la capital, la urbe, clima medianamente fresco, habitantes bonachones, uno que otro borracho en la Plaza Bolívar, es centro de comercio, lo que hace surgir al típico pícaro de la ciudad, que como en las novelas, se las ingenia para salir ganando en cualquier tipo situación, y la zona baja, con tierras ideales para cultivos frutales de: musáceas, yuca, lechosa, mamón, cítricos, con temperaturas cálidas, la ruralidad del espacio es muy notable.


El Alto De La Cruz . http://www.panoramio.com

Como buena ciudad provinciana, encarna el contraste cuyo origen  me tome la tarea de explicarles de manera muy amena, hay que tenerlo en cuenta, pues es factor determinante en la identidad de la población, que como pueden notar es un tanto dispersa, cada zona tiene sus modismos y patrones de comportamiento, cada zona tiene las sapiencias que las caracterizan. Desprovista de altos edificios, y construcciones de envergadura, la arquitectura del pasado parece no dejar mucho rastro de su existencia, ciudadanos de lento andar, Carvajal no tiene prisa, poco salvaje, es común ver un hombre a caballo cruzando la Avenida Principal, nadie se sorprende, salvo los niños que hipnotizados por ver semejante imagen, casi irreal para ellos, les dicen a sus padres, ¡un caballo, un caballo!

Carvajal duerme en exceso, el campo desde La Loma baña la ciudad, surte algunos negocios de yuca, cambur, ocumo, descienden sus campesinos silenciosos y de rasgos indígenas pronunciados, en ellos se ve muy de cerca nuestra raíz genética; “el citadino” también sube a besar el campo, a caminar por sus montañas, a distraerse, a visitar a algún familiar, o a tomarse una unas cervezas en el bohío del popular “Kamba”. Eso es Carvajal, el Super Mercado Caracas y la bodega de la esquina, nada es innegablemente vetusto, ni apresuradamente moderno, el Padre con sus feligreses y el “loco de cuatro esquinas”, el delincuente y el taxista asesinado, las cachapas de la tienda en el centro comercial y las cachapas de la avenida, los bares y la botella en la calle, las cestas de guada fabricadas en Canta Rana y las cunas en Saidi,  los poetas y las calles, la U.V.M. y la Bolivariana, los comerciantes y los agricultores, Justin Bieber y los raperos del H, Reinaldo Castellanos con sus músicos y las bandas delictivas, el cronista que cuenta y el escritor que reflexiona, se aglutinan en rasgos fundamentalmente estéticos de lo que hemos sido, somos y de inconmensurable manera continuaremos siendo.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Carvajal, después


Carvajal, vista aérea. 


 Parte I

            Yace en las alturas, entre una formación de mesetas tan estrechas y largas que parecen derrumbarse poco a poco, el río Jiménez por un costado, el Motatán por el otro bañan el pueblo, sí, pueblo con intenciones de ciudad, a sabiendas de su cancerígeno estanco, que de una u otra manera hace lucir a Carvajal como una hermosa contradicción, contenido sobre la base del espíritu colectivo y bonachón de sus lugareños.

            Tenía yo casi cinco años cuando mis padres decidieron mudarse a Carvajal, para sacarnos del atraso crónico que sufría Santiago Apóstol del Burrero (Carvajal no es muy avanzado que digamos, pero si más que Santiago), como era conocido el pueblo en el que di mis primeros pasos, donde me enamoré del gigantesco y productivo solar que poseía la casa: matas de guayaba, cambur, plátano, guanábana, mandarina, huertas con cebollas, pimentones, tomates, ajíes dulces, chirere, un corral con gallinas, una porqueriza, un caballo llamado “Regalito”, cabras pastando en los zanjones y el tesoro más preciado que tenía en aquellos días, mi “Secun Guaray”, un hermoso naranjo que fungía de fuerte, blindado de las hojas más verdes y frondosas que cualquier naranjo pudiera lucir, sus azahares eran un viaje directo a la felicidad, lo recuerdo alzándose en la armonía de las tardes, en soledad o con un amigo del pueblo, creo que era el único que tenía y hoy no recuerdo su nombre. Los años más felices de mi vida los coseché en Santiago, junto a mi familia y el viejito Aniceto, hortelano del viento, quien me cuidaba y me enseñaba las sapiencias del pueblo mientras mis padres trabajaban, era un viejito indio, de algunos ochenta años, pero esa es otra historia, la cual tendré el placer de contarles en otra oportunidad.

            Decía que Carvajal es una hermosa contradicción, responde al contenido histórico-tradicional de su nacimiento, formación y proceso de madurez, en él se orquestan idiosincrasia, normas, moda, políticas, valores, dogmas, lenguaje, tecnología, arte, infraestructura, en fin, todas las formas de expresión que convergen en la cultura, marcados por el espacio geográfico: “campo-ciudad” que caracteriza a Carvajal, otorgándole cierta peculiaridad a su comportamiento social, estableciendo claramente los patrones en común que identifican a sus habitantes y las variaciones que establecen una suerte de diferencias dentro del gentilicio carvajalense.


            Una representación celestial acompaña al pueblo, San Rafael Arcángel, su Santo Patrono. Este también le sirve a la superstición cultural, los humanos tienen la necesidad de someter su porvenir a la sagrada voluntad omnipresente. Como ocurrió en casi todas las ciudades de Venezuela, Carvajal se funda sobre un poblado indígena, de raíz Cuica, llamado Stovacuy (Tierra de Cocuizas) con sus propias creencias, símbolos representativos y dioses mitológicos, un 20 de octubre 1670 se le ocurre a Don Baltasar de Carvajal imponer sus ideales (representando el catolicismo-imperialismo europeo sistematizado), en esta noble “Sabana Larga”, comienza entonces ese proceso (que todos conocemos, por la generalidad, cada una con sus matices, de dicho proceso a nivel de América) de mezcla genético-cultural, los carvajalenses adorarán y se subyugaran bajo el poder de la Santa Cruz, pero no dejaran en el abandono las antiguas enseñanzas y creencias chamánicas de su pueblo originario, se irán transformando con el devenir de los años, mucho después, como consecuencia de la incorporación a menor grado del africano con sus dogmas y comportamientos, éstas creencias tomarán consistencia gelatinosa, se fusionan (para explicarlo mejor) la cultura europea, americana y africana en una sola, pero dispersa, en incertidumbre y difícil de definir como identidad, que va a marcar inevitablemente los actuales comportamientos de la sociedad. 

Lea la continuación:
Carvajal después II

lunes, 8 de febrero de 2016

5 cosas por las que amábamos los Carnavales Turísticos de Motatán

Carnavales de Motatán
Durante 15 años el municipio de la caña, piña y el tambor contó con los segundos mejores carnavales del estado. En par de ocasiones sus desfiles de carrozas y comparsas duplicaban a los de Boconó. La inseguridad que reina en tierras del ferrocarril sepultó el turismo en un municipio de fiestas que hoy se niega  a morir.

Los carnavales de Motatán era parada obligatoria para muchos turistas de municipios aledaños y de otras partes del país que admiraban la elaboración armoniosa de sus carrozas y los trajes de fantasía que desfilaban por las principales calles del municipio.

A dos años del último desfile que se recuerde en este territorio. Trujillo Digital te presenta cinco datos que hicieron de estos carnavales un mito expandido que competía en creatividad con los realizados en el jardín de Venezuela.

La reina del carnaval era un sentimiento que movía pasiones

Carnavales de Motatán
La elección de la reina de las fiestas carnestolendas era una batalla tácita entre cada sector que competía. Como en todo concurso, habían favoritas desde el inicio, otras intentaban dar la sorpresa en la noche final.

La coronación de la reina del carnaval era un evento que reunía miles de personas en el estadio del pueblo, donde a una sola voz los barras apoyaban a su favorita.

Calle Comercio, Daniel Carías y El Centro aseguraban un pase a la final por la astucia de sus candidatas.

Los trajes de fantasías acoplaban el centro del espectáculo

Carnavales de Motatán
El peso de los extravagantes trajes de fantasía valorados en millones de bolívares, daban energías a las candidatas que aspiraban a la corona. Años tras años, los sectores del municipio Motatán trabajan sin descanso para intentar obtener el título para muchos más importantes luego de la corona: El mejor traje de fantasía.

Sectores como El Centro, San Nicolás o el Daniel Carías acaparaban la escena con miles de piedras, y centenares de plumas que dejaban atónitos a un pueblo sediento de fiesta.

Tener un traje de fantasía a la altura del carnaval era un honor que sólo uno podía obtener, pero que muchos deseaban lograr. Avenida Trujillo fue el último sector en obtener el deseado título de la creatividad.

El desfile de carrozas llenaba de alegría las calles de Motatán

Carnavales de Motatán
Las colosales estructuras se visualizaban por la avenida Comercio del pueblo. Una a una paseaba en compañía de las reinas del sector y daban permiso a la fantasía y creatividad de cada comité organizador sectorial.

Desde un cisne hecho con miles de cd, animales de películas hollywoodenses, a seres mitológicos que venían de otro planeta, Motatán los recibía mientras los flashes fotográficos les daban el mérito a sus creadores.

El desfile podía durar más de ocho horas y la presentación de cada sector ante el temible jurado calificador estaba acompañado incluso de hasta fuegos artificiales, toda herramienta era válida para ganar el premio mayor: La mejor carroza del año.

Calle el Baño, San Nicolás y El Centro, dominaron como Brasil, Alemania y Argentina en fútbol, los desfiles de carrozas en Motatán.

La presentación de las comparsas y los pasos atrevidos para atrapar al público

Carnavales de Motatán
Al ritmo del carnaval bailaban las docenas de personas que hacían parte de cada comparsa en el desfile central.

Movimientos atrevidos, trucos para tener al público en vilo y disfraces proporcionalmente grandes dejaban en su andar un  destello sin igual de fantasía por el lugar.

San Nicolás y El Cacao eran sectores reyes en esta sección del carnaval.

Porque el pueblo estaba feliz

Carnavales de Motatán
Era el único momento del año donde los sectores trabajaban en conjunto, donde se olvidan los problemas y la única guerra era saber qué haría el otro sector para el desfile de carnaval.

Durante días las personas amanecían pegando papel, tela o cartón. Pintando la carroza, acomodando los trajes de la comparsa y preparando a la reina del carnaval. Kilos de café y decenas de arepas eran repartidas para mantener a todos trabajando por el mismo objetivo.


Eran  días donde Motatán descansaba y celebraba a la vez. Un tiempo para apreciar lo bueno de esta tierra. Como motatanense que estuve de lleno en el trabajo carnestolendo no me queda más que decir: Cuánto extrañamos el carnaval en nuestro pueblo.

miércoles, 3 de febrero de 2016

La casa y el poeta


Fotografía: Carlos Solarte

La palabra "casa" es demasiado simple para un significado tan complejo, espacio ideado por el ingenio humano, microscópico lugar impregnado de la magia rítmica del alma, nuestro primer universo. Lo que somos, lo que tenemos, lo que queremos ser, nuestra propia identidad, es siempre un  referente a la topología del medio en que se habita. La casa es por ende una especie de condensación de las personas que la ocupan. Bertolt Brecht manifiesta: “Me parezco a aquél hombre que andaba por el mundo con un ladrillo, tratando de explicarle a todos cómo era su casa”. Sin la casa, los hombres somos parias.

El poeta centra su naturaleza en el acertijo que es su casa, se funde en ese espacio de dimensiones simbólicas, y guarda en ella, siempre un lugar oculto, núcleo de operaciones, confesiones. Lo traslada rotundamente a los asombros de la infancia, tejiendo el lenguaje con la diversidad de imágenes, los significados que el hombre le da a las cosas. Experimenta la palabra exacta: casa. Cobijo y fuego humano, la casa es más que solo la palabra. Se adapta y se introduce en la quimera de lo creado. Percibe el poeta las oscilaciones que con la obligación histórico-temporal irá experimentando la casa.

La casa sucede en metáfora de amparo ante la intemperie, de refugio en todas las formas. En palabras de Miguel Hernández la casa:

  “Pintada, no vacía.
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.
Florecerán los besos
sobre las almohadas
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su inmensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.”


Es verdad, el poeta (ante la idea de la casa) cae en un sitio impregnado de esperanza, alegría, amor, llanto, lujuria, recuerdos, en él asimila la pluralidad universal del “ser”. Se estremece ante la primicia de lo nuevo, intenta desenterrar el acertijo en la arquitectura de la casa, se dibuja en ella. Las reflexiones lo envían a la forma, sabe que en cada punto de la casa adviene un elemento clave para su conformación personal, desde el particular orden social en el que se le ha sido dado vivir. Lévi Strauss nos dice: “la ideología no es cómo los hombres piensan los mitos, sino como los mitos se piensan en los hombres sin que éstos lo noten”. O como la casa quiere que la concibamos.

No hay límites de tiempo y espacio en la casa, circunstancialmente propensa a la conclusión ideológica que sustenta al poeta. Aunque ésta pueda representar un orden, también demanda experiencias oníricas, desde ángulos epistemológicos que pueden no siempre precisarse. El poeta se nutre de la casa, la mastica, la pulveriza, indaga por saber quién esgrime a quien, o negocia con ella, tiene una peculiar relación con la casa, propia de los amantes. En ella aprende que lo quimérico es tan esencial en su historia, de la misma manera en que lo real-cotidiano lo es.

Edifica los sueños sobre la base de sus realidades, no importa si es debajo de una mesa o escondido en el baño, tomando café frente al jazmín o fumando un cigarro en su cama, el poeta determinará su espacio, haciendo que surja de sus adentros la transformación simbólica y etérea del universo perfecto, dentro de ese espacio, el lenguaje como elemento de la metamorfosis. Se pregunta: ¿Es la casa una representación del yo? ¿Son reales los esplendores en el espejo? ¿De dónde viene la luz? ¿Está en mí la casa? El “ser” se convierte en interrogante total, algo está a punto de nacer.

La casa como un todo para el poeta, también acoge la melancolía humana de las imágenes, desde su cuarto:

La casa
Ésta casa es una orquesta
que entona la oscuridad de nuestras sombras
café ritual de la tarde
penetra ojo hogareño
geometría de las cosas
acertijo total del cuarto enmudecido
la piedra de moler
oculta los secretos inmemoriales de su edad
escritos al roce salvaje del tiempo
bajo las camas fluyen cuerpos ávidos de sangre
lo siento en el duelo de la mañana
la selva gruñe de tanto encierro
entonces me entristece el silencio franco de los helechos
se rodea del más profundo escalofrió la casa
desanda entre polvo y voces necias.


            Está viva la casa, tiene alma, su esencia intenta reflejar el estado en que se encuentra, el poeta lo sabe, conversa con ella a través de los helechos, del café, adquiere poderes mágicos explorando las zonas desconocidas de los deseos no expresados en las profundidades del “ser”, presencia la soledad, reduciéndose al silencio, a una proyección propia del acto creador. En resumen, a través de esta empresa de extrañas eventualidades, se hace evidente que el poeta es una extensión de su casa, se expone a todas las temperaturas de su diaria existencia, pende del frágil hilo de lo imaginario, para inventarla, o para que ella se invente así misma.

            

martes, 2 de febrero de 2016

5 razones que les impiden a los Yukpa quedarse en su tierra natal y emigrar a Valera

Avenida Bolivar de Valera por el banco Mercantil
Cortesía: diarioeltiempo.com.ve
Cualquiera los ha visto, les ha dado comida, dinero y hasta ropa. Las mujeres caminan entre los carros, algunas con su bebé envuelto en un canguro, mientras que sus niños más grandes corretean por la avenida Bolívar, descalzos y muchas veces desnudos.

En las calles, donde es común verlos, se pasea el viento buscando sus cabellos sin éxito y el sol trujillano ya no quema sus tostadas pieles. Se crea una interrogante para los habitantes de Valera: ¿Será que se los ha tragado la tierra?

La respuesta es positiva, la tierra trujillana se los tragó y aparecieron en la Sierra de Perijá, su lugar de origen.

Aunque el traslado no ha sido fácil, pues han sido dos años de conversaciones que han tenido el Departamento de Transporte y Vialidad de la Alcaldía de Valera con los Yukpa para llegar a un acuerdo con estos, y que cedieran regresar a su tierra natal.

Conoce las 5 razones que les impiden a los Yukpa quedarse en su  tierra natal y emigran a Valera

El conflicto histórico por la tenencia de la tierra

Al ser su actividad económica la agricultura, la ganadería, la pesca y en los últimos treinta años el cultivo del café, necesitan gozar del beneficio de las tierras. 

Pero gran parte de esas tierras fértiles son arrebatadas por los ganaderos, lo que los deja con un territorio muy reducido para continuar produciendo.

Estas expropiaciones de sus tierras amenazan contra su economía, dejando como consecuencia un descenso socioeconómico en el pueblo Yukpa.


Créditos: homoetnatura.blogspot.com/

Están a merced de la guerrilla

Los armados ilegales consideran a la Sierra de Perijá como un territorio estratégico para la consolidación de sus proyectos, debido a que cuentan con una rica producción, y esto llama la atención de los integrantes de esos grupos paramilitares

Son perseguidos por los traficantes de drogas con el objetivo de apropiarse de sus terrenos para establecer plantaciones y laboratorios clandestinos.

Los aborígenes no poseen seguridad ante estas situaciones irregulares por lo que viven atemorizados por el peligro que corren diariamente.


El mal servicio para la salud

No cuentan con aparatos médicos, ni medicamentos para prevenir y curar enfermedades, así como también la falta de médicos que visiten vivienda por vivienda para el estudio de los diferentes casos que existen en su comunidad.

Los provenientes del Caribe son caracterizados por su espiritualidad, para ellos muchas enfermedades físicas dependen de su estado espiritual. Ellos cuentan con una especie de curandero para sanarse internamente y reflejarlo en su exterior.

Aunque a veces su medicina natural no le es sustentable ante las diversas enfermedades que padecen en su comunidad; que van desde infecciones de la piel,  hasta tuberculosis y hepatitis. Actualmente se ha vuelto común la diabetes entre los adultos.

La explotación petrolera y carbonífera

Las fuentes de agua y de oxígeno que alimentan a gran parte del Zulia se ven afectadas por la actividad minera en la Sierra de Perijá debido a la destrucción de bosques tropicales.

Su concepción cosmogónica, hace que los Yukpas contemporáneos mantengan vivo su respeto hacia la naturaleza y todo lo que en ella se encuentre, por esto se oponen a la explotación de sus tierras.

El hábitat de los creyentes del dios Kemoko corre peligro. Cada vez se ven más afectados por las tomas de decisiones ajenas a los intereses de los aborígenes.


Foto: homoetnatura.blogspot.com

Sus deseos de encontrar una mejor calidad de vida

Asfixiados por los impedimentos que tienen en su lugar de origen deciden aventurase en las urbanismos cercanos, buscando mejores oportunidades; lo que no sospechan son las condiciones de mendicidad que se viven en las ciudades.

La ubicación en los semáforos: cada vez que se ponen en rojo es la ocasión perfecta para pedir dinero a cada carro, tarea que se encargan de hacer las mujeres, y la venta de artesanías les corresponden a los hombres. Estas son sus opciones de ingresos en los espacios urbanos.


Con deseos de superarse; pero sin oportunidad para algunos, los Yukpa se alojaron durante aproximadamente tres años o más, en la ciudad de las Siete Colinas. Según nos comentó Erwin Arandia, Director del Departamento de Transporte y Vialidad de la Alcaldía de Valera, estaban instalados en las áreas verdes del Terminal de Pasajeros de dicha ciudad, donde se encontraban alrededor de 16 familias de la etnia para un total de 128 personas que fueron trasladadas a la Serranía del Perijá y otros a Maracaibo con el apoyo de Expreso Valera, sin costo alguno.

Cortesía: diariodelosandes.com