sábado, 4 de noviembre de 2017

Conoce los sabores de Trujillo Tierra Mágica


Prensa Corporación Trujillana de Turismo / Génesis Núñez-ECS
Uno de los placeres de la vida es comer, y es que darle gusto al paladar genera, sin duda, una de las mejores sensaciones;  en los pueblos trujillanos combinan la cultura de sus antepasados con los frutos de sus tierras para brindar a propios y visitantes variados menús típicos del estado, que al probarlos, dejarán un sabor inolvidable.
La gastronomía trujillana ofrece una amplia variedad de comidas, dulces y bebidas de preparación artesanal y con sabores únicos, por lo que el G/J Henry Rangel Silva, Gobernador del estado y la Ing. Ana Sofía Azuaje, presidenta de la Corporación Trujillana de Turismo, invitan a visitar Trujillo para degustar los sabores de la “Tierra Mágica”.
El plato emblemático de la cocina en el Estado Trujillo es el “mojo trujillano”, hecho a base de suero o leche líquida, cebollín, huevos y tomate; que acompañado de arepas de maíz o trigo y un buen picante de maguey, típico de la región, es perfecto para el desayuno o la cena.
A la hora de almorzar también se pueden encontrar alternativas típicas de la región, tales como la sopa de envueltos, donde las protagonistas son las arepitas cocidas en budare,  preparadas con harina pre-cocida, huevos, leche (harina de trigo o maicena) y cebollín, a este plato también se le agrega queso, leche y algunos condimentos que hacen de esta, una delicia preparada en los páramos trujillanos, así mismo la sopa de pan, las hayacas de caraotas de Quebrada de Cuevas (vía Valera -Timotes) y las hayacas de queso, cuya preparación consta de una masa de harina blanca, queso criollo rayado y suero de leche (opcional), envueltas en hojas de aliso y cocidas en leña, esta exquisitez no se  puede dejar de degustar  al visitar la entidad.
Las hayacas de queso son un buen complemento para degustar el curruchete, un dulce tradicional que generalmente se prepara para festejar el día de San Juan en los pueblos de Urdaneta y Boconó, la preparación de este dulce requiere solo de dos ingredientes: queso y papelón, donde al probarlos el paladar se saboreará de un rico sabor criollo, del mismo modo en Boconó, las famosas chulas y la mantecada de Niquitao esperan por los paladares de los visitantes.
La conocida acema carachera es una de las delicias de los encantos trujillanos, hechas con harina de Trigo y papelón producido en el mismo pueblo carachense, que al probarlas se siente el calor y raíces de la región andina.  
Para festejar ocasiones especiales, los trujillanos también tienen sus propias bebidas: el vino de mora hecho artesanalmente con moras cultivadas en las tierras altas como Niquitao; así mismo la mistela, una bebida a base de licor y papelón; de igual manera la chicha criolla preparada con harina de maíz, crema de arroz y jugo de piña fermentado.
La cocina trujillana con sus comidas tradicionales hace revivir la historia de sus pueblos, resalta la fertilidad de sus tierras y los buenos frutos que esta produce; este es otro de los motivos para conocer la tierra mágica llena de paz y disfrutar de sus  sabores y colores.