Durante ocho meses la “ciudad de las
siete colinas” fue capital de Trujillo. Fue un obsequio de Cipriano Castro,
quien, en 1899 en su paso por la región producto de la Revolución Liberal
Restauradora quedó impactado por el apoteósico recibimiento que le dieron los
valeranos. Trujillo impotente lloraba, Valera con júbilo celebraba.
A menos de
un año para recibir el siglo XX el general Cipriano Castro prepara su afamada
Revolución Liberal Restauradora para tomar el poder en Caracas. En su largo
camino desde Colombia a la Capital, pasa por Valera.
Valera
agasaja al caudillo el 16 de agosto de 1899. Un día después en ese lugar el
Presidente lanza su famosa proclama ““El partido Liberal, el Partido de las
Grandes conquistas; el Partido que fundó el hijo del carpintero de Belén en los
Valles de Palestina, está en pie. Toda la Republica se mueve: ¡No os hagáis
sordos Trujillanos! ”.
Ese mismo
día promete a los valeranos que al llegar al poder, convertirá a Valera como
capital de Trujillo. Este era un anhelo de los habitantes de la urbe de
Mercedes Díaz. El júbilo no se hizo esperar.
En efecto, el
4 de enero de 1900, llega a Valera un enviado de Caracas para hacer realidad la
promesa. Inocente de Jesús Quevedo es elegido Presidente de Trujillo y al día
siguiente toma posesión del cargo. Castro ordena a Quevedo el traslado
inmediato de la capital.
El traslado de una Capital
El impacto
que causó la decisión presidencial en los habitantes de Trujillo, fue duro.
Amparados por una rica historia que la llevaban de ser la primera ciudad de los
andes, hasta ser sede del famoso “Decreto de Guerra a Muerte” Más de 300 años
de historias quedaban a la sombra de la joven Valera, que tenía apenas 80 años
de ser fundada. El de 2 septiembre de 1900 comienza el traslado.
El
historiador Arturo Cardozo, en su libro “Sobre el cauce de un pueblo” habla
acerca de lo ocurrido. Muestra una atmósfera oscura y triste para Trujillo. “La población de Trujillo contempla
consternada aquella comitiva en marcha: semeja algo así como una caravana
fúnebre; son muchas las personas que lloran. Los viejos trujillanos se resisten
a creer lo que están viendo; presienten con tristeza que la desaparición de la
ciudad está próxima”
En la ciudad
de las siete colinas, la situación era otra según Cardozo “En Valera, como es
natural, la situación es diferente: el Concejo Municipal ha manifestado al
Gral. Castro su agradecimiento por el Decreto y lo ha declarado “Director
Supremo del Partido Liberal”; ha ofrecido al Ejecutivo regional su propia sede
para establecer sus oficinas provisionalmente; los valeranos se sienten ahora
orgullosos de ser capitalinos”
El historiador Arturo Cardozo y el rector de la UVM Francisco González Cruz en su obra “así es Valera” tocan un tema importante en esta mudanza. Al gobierno se le hizo difícil alquilar inmuebles para sus oficinas, la gente no tenía confianza en la “buena paga” del poder público.
Al final
lograron su cometido y ya Valera gozaba del título de capital.
La Capital vuelve a la Ciudad
Portátil
El 6 de Mayo de 1901, sólo ocho meses después Trujillo vuelve
a ser la capital del estado homónimo. Esto luego de que los diputados de los
distritos se reunieran el 20 de febrero para en la Constituyente Regional.
La constitución pasa a ser la misma que la anterior con
pequeñas modificaciones. Siendo la más importante el regreso de la capital a
Trujillo.
El Presidente del estado Rafael López Baralt comunica la
resolución que hace ley el traslado.
El peso de Trujillo es su historia. Aunque el crecimiento de
la ciudad se ve mermado por su ubicación geográfica, la falta de inversión de
obras viales de envergadura dificulta un paseo por la capital.
¿Estás de acuerdo con que la Capital sea Trujillo y no
Valera?