El nacido en Carache ya tiene en sus
bolsillos dos premios Emmy por su trabajo cinematográfico, aunque Hollywood no
está en sus planes a corto plazo, reconoce que su trabajo y la cercanía pueden
influir en que pronto esté en la meca de cine.
Orlando Adriani
tenía un año cuando sus padres decidieron buscar un mejor porvenir en la
capital Caracas. Sin embargo Carache no es para él un lugar extraño, cada
vacaciones volvía al pueblo de las acemas, la tierra que lo vio nacer.
El trujillano
tomó un espacio de su apretada agenda y desde Estados Unidos decidió responder
a la entrevista para Trujillo Digital.
Hoy día
Adriani dirige Hormiga Films, una productora cinematográfica que ya ha logrado
posicionarse entre los amantes del cine en el estado de la Florida, en Estados
Unidos.
Y es allí
donde ya ha logrado dos Emmys de la Florida,
la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión de los Estados Unidos
entrega también el preciado trofeo a nivel regional.
“Mi pasión
por el buen cine nació a los 17 años, cuando tuve la oportunidad de trabajar en una película
por primera vez, como aprendiz de
iluminación. Fue descubrir el mundo y trazarme un norte en la vida.” Nos dijo
Adriani.
Salir de Venezuela buscando
oportunidades
“Salir a
probar suerte con mi esposa” nos dice Adriani cuando preguntamos el porqué de
su salida al exterior, sin embargo afirma que la situación de inseguridad que
vive el país lo obligó a él y a “muchos” a salir de Venezuela.
“Vinimos dos
meses a probar y ya tenemos casi tres año” dice con emoción.
Asegura que
ser inmigrante es tan difícil según la actitud que cada uno se le ponga a la
situación. "Hay que pasar la página y
agradecer la oportunidad que la vida te está brindando en otro lugar del mundo, siempre llevando tu
nacionalidad en alto, o puedes escoger salir
con nostalgia y pesadez y seguramente las dificultades serán más grandes y
pesadas dentro o fuera de Venezuela” subrayó.
¿Cómo fue el proceso del video que te
llevó a ganar el Emmy de la Florida?
Quería
contar la historia de Joel Osto, un artista urbano que conocí aquí en Miami. Él
vino a ayudar a un artista con una exposición y después él se queda acá y empieza a buscar oportunidades para que
conozcan su talento, logra conseguir que lo dejen hacer un mural y cuando me lo
comenta, decidí que quería contar su visión del arte y de la vida. Sobre todo para
apoyarlo en su búsqueda de una
oportunidad. Joel es de origen
venezolano, humilde y con una nobleza a flor de piel.
¿Consideras que el premio te puede
abrir otras puertas?
No es el
primer Emmy que gano. En el 2015 gané
uno en la categoría de Dirección de fotografía, por un comercial de una tienda
de Tatto, que realicé de la mano de Josh Silva, Óscar Lobo y Julio Mendez,
todos venezolanos. El Emmy te da prestigio y es un gran logro que la Academia
de Artes y Ciencias de los Estados Unidos entregue este premio, que es a la excelencia de los trabajos
nominados. Puertas siempre pueden abrirse, con premio o no a quien se destaque
en lo que hace, lo que hay es que salir a tocarlas (risas).
¿Por qué Hormiga films?
Esta historia es bastante simpática, cuando comencé a los 17 años como aprendiz de eléctrico, uno no conoce los demás departamentos que trabajan en un set de filmación, así que como aprendiz ayudas a todos y eso me nació a mí, hacer y ayudar a todos, (cámara, máquina, efectos etc...) y así fue como en pocos días me gané el sobrenombre de Hormiga, porque era flaco, moreno y muy trabajador. Este pasó a ser mi sobrenombre, por el que me conocen en la actualidad en el medio y al crear mi compañía, ya hace muchos años, me pareció ideal que llevara el nombre de Hormiga Films.
¿Qué tan difícil ha sido para ti incursionar
en ese mundo?
Es un mundo
en donde te tienes que dar a conocer por tu trabajo poco a poco, hacer todo lo
mejor que puedas es la prioridad ya que tu trabajo va exponiéndote.
¿Cuáles serán los pasos a seguir para
Orlando Adriani?
Seguir
creciendo como persona y profesional en este trabajo se aprende todos los días
y está en uno si quiere aprender o no, y
yo estoy dispuesto a aprender siempre de los más viejos y de los más jóvenes
que tienen nuevas visiones.
Si pudieras darle nombre a una
película con temática de Trujillo ¿Cómo la llamarías?
Sin duda la
llamaría "Tierra de nubes" esa frase simple me gustó de un letrero
que veía al ir a Escuque. Combinaría seguramente con muchas historias que se
intenten contar en Trujillo con esos cielos azules y esas nubes que se ven tan
cercanas, un gran sitio para conocer.
¿Qué extrañas de Trujillo?
De Trujillo
puedo extrañar muchas cosas, la casa de bahareque de mi abuela, las arepas de
maíz, el despertar escuchando las gallinas y cochinos, ese frío que es de los andes
venezolanos, la nata, los quesos, esos paisajes que son tan nuestros andinos.
Tu mensaje a los trujillanos
No importa
lo lento que vayas, mientras nunca pares.
Preguntas de rigor
¿Una costumbre que aún mantengas?
El comer
arepas con nata y queso.
¿Piensas volver?
Si claro que
volvería, me gusta viajar y conocer así que me falta muchísimo más para
regresar.
¿Casado?
Felizmente casado, con una caraqueña
emprendedora, compañera y sobre todo amiga, más que vernos como esposos nos
vemos siempre como novios. María Auxiliadora o "Maola", me ha
acompañado en muchas batallas y sobre todo ha sido pieza clave en esta parte de
nuestra historia de salir de Venezuela,
que si no estás bien apoyado, puede ser
un camino muy cuesta arriba.
¿Hijos?
Muy
complicado para mí (risas), no tenemos el don de tener la paciencia para los
niños, tenemos mascotas que amamos y cuidamos: Akaska (Husky siberiano), Ramón (mestizo adoptado), Bruno y la más pequeña Sophie (gatos
adoptados de la calle) vivimos en armonía con nuestras mascotas, y tenemos
planeado en un futuro tener otras más.
¿Mayor o menor de los hermanos?
Soy el
segundo de 4 hermanos.
¿Un color favorito?
Anaranjado
¿Un lugar que no olvidas de Trujillo?
Carache
donde nací y Escuque, lugar de todas mis vacaciones de la infancia.