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“En las calles de Valera pasean las
gallinas” o “las trujillanas no se pintan el cabello” son parte de los absurdos
mitos que abundan sobre nuestro estado en la geografía nacional. Cuatro trujillanos nos cuentan las opiniones escuchadas por los "citadinos" sobre la cuna de José Gregorio Hernández.
“Desde niña
quise ser periodista” dice Angélica Da Silva, una caraqueña de padres
portugueses que por circunstancias de la vida terminó asentada en el estado
Trujillo. “Cada vez que voy a Caracas
mis amigos me preguntan si en la Universidad hay vacas en los jardines, o piden
que les confirme si casi todos usan sombrero y alpargatas. Al principio me
causaba gracia, luego comenzó a molestarme”.
Trujillo sólo es “monte y culebra”
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Es el mito
más conocido en la capital del país. Para los “citadinos” el estado Trujillo es
un territorio salvaje, donde las fieras pasean por las calles sin pedir permiso
a los transeúntes.
Angélica Da
Silva afirma que gran parte de sus amigos creían que en Valera las gallinas
paseaban por las calles sin ser maltratadas “Imaginaban que en los locales las
personas daban de comer a estos animales”.
Trujillo es
uno de los destinos menos visitados del país, no existe un plan a largo plazo
para desarrollar al estado. Mientras menos turistas visiten la tierra de “paz y
encanto” el errado estereotipo continuará
en la cabeza de muchos.
¿Las trujillanas usan tinte para el
cabello?
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| Créditos: Manuel Cordoba /www.flickr.com/photos/manuelcordoba95/13959555101/ |
Angie Nava,
oriunda de Carvajal, viajó a un encuentro nacional de bandas de rock, para ella
la experiencia fue positiva pero no olvida lo incómoda que se sintió cuando
dijo con orgullo de dónde era “la gente de afuera cree que aquí la gente no se pinta
el pelo. Conmigo se quedaron impactados por el pelo rojo”.
Nava se sintió
subestimada cuando la mayoría hacía burlas de su origen “Decían que nosotros no
escuchábamos rock, que todas nosotras usábamos faldas largas y que la
universidad quedaba montaña arriba”.
Trujillo es un relleno en el mapa
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Da Silva y
Nava aseguran que es uno de los comentarios despectivos que más utilizan los
citadinos cuando se intenta defender y mostrar las bondades que posee el estado
Trujillo.
“¿Ustedes
tienen 20 municipios? ¿Para qué tantos si ustedes son tan poquitos? Me decía un
caraqueño en tono burlón” dice Angie Nava.
En cada
viaje a Da Silva le ocurre lo mismo “Ellos para sacarme de quicios me dicen que
para ellos Táchira y Mérida son los andes, que Trujillo es un relleno”.
Según
estadísticas del INE, Trujillo es el octavo estado con mayor densidad de
población, con 82 habitantes por kilómetro cuadrado.
Históricamente
fue un lugar decisivo para la independencia del país.
En su suelo
se firmó el Decreto de Guerra a Muerte y el Tratado de Armisticio y
Regularización de la Guerra. Por su entrega, una de las estrellas de la bandera
nacional fue puesta en su honor.
Los trujillanos son muy tontos
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La
serenidad, calma y decencia de gran parte de los trujillanos son confundidas
por los citadinos, personas que en gran parte han perdido algunas normas
básicas de cortesía y decencia.
“Una vez me
fui de vacaciones a Caracas, y en una estación del metro una señora está parada
y ninguno de los presentes le ofrece su puesto. Yo la invito a tomar el mío y
de inmediato me pregunta ¿Tú eres trujillano?” dice Daniel Olmos, quien asegura
que la frase lanzada por la septuagenaria lo dejó impactado.
Decir que
los trujillanos son “tontos” es ir en contra de la historia. El creador del
Sistema de Orquestas Infantiles de Venezuela José Antonio Abreu nació en esta
tierra.
El primer presidente de Venezuela Cristóbal Mendoza era oriundo de
Trujillo.
Arnoldo
Gabaldón, el experto de la Organización Mundial de la Salud que erradicó la
malaria de Venezuela nació en Trujillo capital.
Rafael
Rangel, José Gregorio Hernández, Ana Enriqueta Terán, Mario Briceño Iragorry,
Adriano González León. Son parte de los personajes ilustres que ha dado la
tierra de la Virgen de La Paz a Venezuela.
Trujillo no es un lugar atractivo
para ir de vacaciones
“Tengo
familia en Trujillo. Cada vez que planeo con mi esposo visitar mi estado, él se
opone. Casi siempre vamos a Mérida porque según él: Es más bonito que Trujillo”
dice Carla Valbuena, una andina que vive en Caracas.
Angélica Da
Silva nos da otra idea que tienen los caraqueños sobre Trujillo “Ellos no comprenden
que en Valera haya un solo cine. Que no haya movida cultural y nocturna como en
la capital”.
Angie Nava
quedó sorprendida al escuchar en el encuentro nacional de bandas de rock que en
Trujillo no había edificios “Creen que hay sólo casas de bahareques y que los
únicos edificios grandes son los de organismos públicos”.
Aunque las
edificaciones modernas no son el fuerte de Trujillo, su atractivo natural y el
turismo religioso son uno de sus secretos mejores guardados. El turista al conocer el estado dejará a un
lado los prejuicios y mitos absurdos que ha leído o escuchado sobre la tierra
de “santos y sabios”.
¿Has
escuchado otros mitos? ¡Cuéntanos!
