Un talento es el joven poeta Carlos Solarte, quien
con sus frescos versos, aviva el gusto en los poemas de Trujillo, representando
exitosamente al estado en el pasado concurso italiano de poesía “3° Bando Letterario Internazionale di
poesía narrativa e saggistica Veretum 2017”.
Solarte nació en la tierra de Estovacuy y, aunque ahora busque
nuevos retos en Chile, sigue dándole vida a sus versos, esos que lo dieron a conocer en Trujillo.
Dicen que “cada cabeza es un mundo”, Carlos nos
permite conocer un poco de su mundo aquí en Trujillo Digital.
-¿Dónde
naciste?
CS: Mi
infancia fue divina, viví los primeros 4 o 5 años de mi
infancia en Santiago Apóstol de Trujillo, de allí mi segundo nombre, el primero
por mi abuelo materno.
Un
pueblo de ensueños, lo recuerdo tan verde y
florido como una pintura de mi padre, él es el mejor pintor, tallista,
carpintero y tamborero que conozco, un artista integral diría Juan Calzadilla,
en aquellos tiempos mi madre trabajaba en el liceo de Santiago dando clases de
inglés y mi papá construyendo carreteras.
Mis hermanas mayores y yo cuando salíamos
de la escuela nos quedábamos a cuido del viejito más mágico y místico que he
conocido, Aniceto Ángel García, el trabajaba la tierra, era quien llevaba
el huerto de la casa, donde se cultivaban tomates, cebollas, fresas, aguacates,
pimentones.
-¿Cómo
fue tu infancia?
CS: Fue una niñez muy hermosa, recuerdo a mamá
cocinando sus caraotas a leña, mientras tenía en los brazos a mi hermanito, el
bebé más blanco que he conocido; antes de venirme a Santiago de Chile, le
escribí un poema, que dice algo como: "cuando
usted nació, yo pensaba que venía del cielo, porque las nubes pintaban su piel
y sus ojos eran el cielo que cubría a Santiago".
Un
recuerdo malo y uno bueno
Yo tenía un árbol de naranjas, era mi castillo de
azahar, le llamaba el Sekun Guaray,
por un cuento indígena que nos leía papá de pequeños.
En aquella casa de Santiago mis padres recibían a
todo el mundo, siempre había gente grata en la casa... poetas, agricultores,
titiriteros, fotógrafos, un recuerdo bueno, Santiago Apóstol de Trujillo,
siempre conmigo.
De recuerdos
malos prefiero no hablar, duelen todavía.
-¿Cómo
iniciaste en la poesía?
CS:Desde
pequeños en la casa se nos daba libros, mis papás siempre se preocuparon por nuestra
educación, así que recuerdo que leí poesía desde los 10 o 12 años.
Más tarde, en 5to año de bachillerato, le escribí
unos versos a una jovencita que me gustaba (risas) pero eran más intentos de
poemas que poemas (risas) y escribía en rimas.
-¿Por
qué Educación mención geografía e historia?
CS:Licenciado
por los avatares de la vida. Yo
quería estudiar en Mérida Historia pura, o Medios Audiovisuales, pero por
circunstancias de la vida no pude irme, y terminé estudiando Contaduría
Pública, carrera de la cual me retiré después de dos años y me cambié a
Educación Geografía e Historia.
-¿Cómo
incide la poesía en tu día a día?
CS:La
poesía es una suerte de proteína que me mantiene vivo, cuando te mueves a su ritmo la vida se te hace dulce o dolorosa
sobremanera, tienes grados muy elevados de sensibilidad.
Ver
la vida por medio de la poesía es una extrema locura agradable. Así un día sin escribir un verso, sin leer un
poema, es desagradable... Lo digo porque la poesía está en todos lados, los
poetas de alguna manera somos traductores de las cosas. Somos creadores de
pequeños universos también.
-¿Que
hacés actualmente?
CS:Actualmente estoy buscando trabajo acá en Santiago,
ya ha salido algo por allí, pero como dice la canción "nadie nos prometió un jardín de rosas, hablamos del peligro de
estar vivos".
Estoy intentando contactar con poetas de acá,
ya me inscribí en un recital en Santiago.
-¿Tienes
proyectos en mente?
CS: Hay
muchos proyectos en mente (risas) todo
el tiempo estoy pensando hacer cosas nuevas que no haya experimentado y cosas
provechosas para la gente.
Hay varios
libros que deseo publicar, escribo canciones también, no canto. Quiero formar
un grupo de artistas acá. Viajar, viajar mucho por el mundo, creo que es un
proyecto en común con mucha gente.
-¿Azul
o rojo?
CS:Celestial siempre, con difuminados en soles
naranja.
-¿Profesas
alguna religión?
CS: Fui bautizado bajo la iglesia católica, hice la
primera comunión y todo... Pero no
profeso otra religión que no sea el arte en todas sus formas, pintura, música,
literatura, escultura, fotografía, cine, arte, arte en todas sus formas.
-¿Alguien
que admires como mentor?
CS: Mis padres obviamente han sido un pilar fundamental en mi vida. Pero Javier Abreu fue un guía en el mundo de la bohemia, un hermano y
papá poeta. Lastimosamente su cuerpo se lo llevó el cáncer, aunque sigue
vivo en sus libros y en nuestras nostalgias.
-¿Sí
tuvieras un día para hacer lo que quisieras qué harías?
CS:Si tuviera un día para hacer lo que yo quiera...
buenos eso está difícil (risas) hay tantas cosas que uno quiere hacer. Pero ya
sin pensarlo mucho, sería sacar del poder a todos los rojos enchufados del
gobierno, desde Maduro hasta el más carroñero de los alcaldes del #CancerRojo
-¿El
poema ganador del segundo puesto en el festival de poesía internacional es una
crítica social o un vistazo a tu alma?
CS:El poema ganador del concurso en Italia es un semáforo en rojo diciéndole
"STOP" a la codicia, a la maldad naciente del poder que
otorga el dinero. Pero también es esa
visión sobre mi infancia con respecto a la vida, cuando eres niño no sabes
lo que es el dinero y menos si tienes un solar cargado de alimentos.
Es un poema humilde y nostálgico, de principio a
fin, añorando esa niñez de temprana hierba.