lunes, 26 de marzo de 2018

Un colosal recuerdo

Cortesía Venezuela, estado Trujillo


 Melanie Calistri/ECS

La virgen más grande del mundo es el “Monumento a la Paz”, confeccionada principalmente de concreto y con 46,72 metros de altura, 16 metros de ancho, 18 de profundidad en la base y unas 1200 toneladas figura entre las estructuras más grandes de América.


Esta obra arquitectónica  es una fiel prueba de la importancia religiosa y mítica del estado Trujillo, ya que más que un símbolo de paz, esta imagen es un recuerdo de la leyenda que indica que en aquella peña, se apareció una vez la virgen María en los años 1550.

La historia cuenta que en las tardes una joven pintoresca y guapa, aparecía caminando por las tardes a comprar velas, y fue en una pulpería donde unos hombres le preguntaron: ¿Por qué anda sola? y ella les respondería: «sola no, sino con Dios, el sol y las estrellas» se dice que la siguieron hasta la peña y ella desapareció entre las rocas con un resplandor.

Se pensó que la joven era la aparición de la Virgen María, y para honrarla años después la esposa del presidente Luis Herrera Campins, Betty Urdaneta, trujillana de nacimiento, sugirió la idea de la edificación del monumento a la Paz.

Aunque con líneas duras y una expresión mas bien severa, la virgen contradice los patrones de calidez y amabilidad a los que los devotos acostumbran a ver en las imágenes, esta es mas bien deja una sensación de  poder y respeto; no por ello deja de recibirnos en su interior para trascender y transportarnos a los diferentes miradores, que muestran retazos de los bellos paisajes trujillanos.

Esta madre con carácter, evoca las tradiciones de épocas pasadas, mujeres con temple, que no por ello dejaban de arropar a sus hijos.

El monumento de la Paz es un crisol de historias, donde se une lo religioso, con el folclore y la infraestructura de punta, que aún en la actualidad es difícil de imitar, el ser humano busca identificarse en los símbolos; la estatua de la libertad implica que ya no hay opresión, por lo tanto se diría que en aquel momento se buscaba dejar en claro que ya no estábamos en tiempos de guerra y dejar ese colosal recordatorio, de que la paz debe ser cuidada y preservada para no volver a esos tortuosos momentos de conflicto.