lunes, 15 de mayo de 2017

La emigración es una repuesta obligada a la crisis que atraviesa Venezuela


El factor que generó la primera diáspora venezolana  a países como Estados Unidos y España fue por la inseguridad previa a los gobiernos de Hugo Rafael Chávez Frías.

Raenyira Briceño Pazos/ Magister en ciencias de la Comunicación/Periodista venezolana en Ecuador

Los venezolanos que en su gran mayoría han decido salir de la nación no lo planificaron, solo han sido obligados, han huido debido al contexto social, político y económico en el que se encuentra el país caribeño.

A pesar del país en el que se vivía, rico en petróleo y con universidades de excelencia.
A pesar del horror y de un miedo permanente.

Hoy, jóvenes e integrantes de cada familia de distintas clases sociales, con título o sin él, por aire, mar o tierra, les tocó emigrar.

Han decido salir de una Venezuela  bloqueada en todas las coordenadas al no encontrar una perspectiva de vida, una oportunidad de crecer y trabajar.

Por ello, unos 2 millones de venezolanos han optado por abandonar la nación, porque intuyen que el problema no se resolverá de un día para otro. Ese joven, hombre o mujer que busca otros horizontes siente que  no debe esperar  a que pasen los años y Venezuela siga siendo la misma.

El panorama nada alentador para la población: altas cifras de inflación, inseguridad, desabastecimiento de alimentos, medicamentos y la falta de dialogo y liderazgo  son algunos de los factores que aniquilan al venezolano y lo hacen huir en busca de  paz, tranquilidad y bienestar a países europeos como: España, Italia y Portugal, y latinoamericanos: Colombia, Ecuador, Chile, Costa Rica, Panamá y Argentina.

Venezuela es emigrante desde los años 90,  el primer factor que generó la primera diáspora venezolana  a países como Estados Unidos y España fue por la inseguridad previa a los gobiernos de Hugo Rafael Chávez.


Sin embargo esta nación, ha estado constituida por un número significativo de extranjeros que llegaron hace muchos años por diferentes motivos. Esto cambió y modificó para siempre el curso del país encaminándolo hacia nuevas formas de vida y desarrollo.

Miles de extranjeros ingresaron al país entre los años 1936 y 1952. Fue el periodo  con el mayor flujo migratorio y llegó a su fin durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Esta generación influyó en gran medida en la cultura en la producción e intelecto del venezolano,  el país lo necesito y los recibió para su desarrollo, esto ha cambiado, hoy día no hay lugar en el mundo entero con todas las características.
Se puede decir que el venezolano cumple con un ciclo que si se suma a la época de los 90 ya lleva 25 años siendo emigrante.

Venezuela necesita construir un camino con gente profesional que se ha ido porque intuye que no es parte de la solución país y ya no confía  en sus líderes.

La generación de profesionales que busca otras oportunidades lejos de casa es fuerte y ganará cualquier país que los acoja, porque serán ciudadanos agradecidos con la nación que les dio la oportunidad les vaya bien o les vaya mal desempeñándose en su área o en cualquier  tarea sencilla.

Sin embargo, también es cierto que la diáspora de profesionales ha afectado también a la academia venezolana, hoy día las universidades venezolanas de excelencia académica mundial  no dejan de ser un reflejo de lo que sucede en el país latinoamericano. Reconstruir la educación es el camino a pesar de lo complejo y difícil que pueda ser. En su mayoría los profesionales se van peleados con una cultura, el pueblo venezolano es culpable de lo que ocurre en el país.

Ser emigrante te enseña a entender la idiosincrasia a tener paciencia a transformarse, nutrirse, los países latinos hablan muchas cosas en común pero tienen diferentes culturas, arquetipos  características que se deben aprender y respetar ya que el ser humano no es nadie para decir que cosa es buena o mala en cualquier parte del mundo.


El venezolano cambia siendo emigrante, de muchas maneras, y esta generación de venezolanos  en particular aportara su bagaje, sus músculos, su intelecto y serán hijos de la nación que los reciba y depende de cómo les vaya regresarán o no a Venezuela. Si lo hacen llegaran nutridos de ánimos de reconstrucción y con fortaleza de luchadores.