Las tardes de los viernes, a partir de las 3:00 pm, la
Biblioteca Pública, Mario Briceño Iragorry, presta su espacio para que un grupo
de jóvenes participen en distintas actividades preparadas por el encargado de
la Librería Luciérnaga, Alexander Lucena.
Un café para leer es el nombre que posee ésta “reunión
de amigos” que consiste en compartir lecturas, el arte y la música.
Los asistentes leen versos de los libros prestos para
la ocasión, acompañado de las tareas preparadas para que los presentes se
integren como grupo, para lograr que los
desconocidos se hagan amigos.
Lucena comisiona distintas dinámicas en pro al arte,
además de llenar la biblioteca con los viernes de poesía y café; los jueves hace
círculos de lectura infantil. Asimismo prepara para los lunes “La creación
literaria: capítulo cuentos”.
Librería Luciérnaga
Esta vitrina artística funciona desde hace tres años,
fundada por Daniela Lozada y la Dra. Mariela Balza, con el objetivo de apoyar
los artistas y artesanos.
De este modo, distribuye libros nuevos y usados.
“Aceptamos donaciones y compramos libros a quienes los vendan porque necesitan
dinero. También vendemos obras de artes como apoyo a los artistas”, explica
Lucena.
Actualmente se encuentran en la biblioteca trujillana
luego de que las autoridades de su sede, en la coordinación cultural del Núcleo Universitario Rafael Rangel, le pidieran
el desalojo.
El encargo de Librería Luciérnaga, le da nombre a ésta
acción como “Cierre arbitrario porque nos sacaron de un espacio público”.
Al mismo tiempo de encargarse de esta librería,
Alexander Lucena, también es activista de la diversidad sexual como
representante de Trujillo de Venezuela Igualitaria.
Hace poco, visitó Boconó para participar en una marcha
pero “Por falta de permisos no se dio, aunque terminé dando simposios de
diversidad sexual” confesó Lucena.
Conjuntamente dicta talleres en los viernes de Un Café
para Leer en los que se habla de la diversidad sexual.