La cañicultura fue una actividad esencial para los
pampanitenses. Esta actividad agrícola generó en el pasado la dulce empresa del
trapiche. Los pampanitenses endulzaban el paladar con la panela criollita salida
de los trapiches pampanitenses. Una panela artesanal, fresca, y hecha por las
manos del mismo pueblo.
Trapiche
El Prado. Ubicado dentro del NURR. Solo quedó la Chimenea y la rueda
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Trapiche
El Prado. Ubicado dentro del NURR. Solo quedó la Chimenea y la rueda
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Los pampanitenses cultivaron la caña
desde sus orígenes aldeanos, con los sembradíos y haciendas que se extendían
desde El Prado hasta las Vegas de Jiménez. Esos sembradíos de caña, y la
producción de panela artesanal en los trapiches, tuvieron gran auge en el siglo
XX.
Trapiche La Muralla. Solo quedó la base del motor. Una piedra enorme que no se pudo arrancar. Se observa la manga de coleo, que fue destruida para dar paso a la Comuna "13 de Abril" |
Trapiche La Muralla. Solo quedó la base del
motor. Una piedra enorme que no se pudo arrancar |
Trapiche
La Peñita. Solo quedaron las ruinas de la casa, y un tanque.
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Trapiche
La Peñita. Solo quedaron las ruinas de la casa, y un tanque.
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De los trapiches de Pampanito se han
escuchado muchas anécdotas, una de ellas, es la desgracia que le ocurrió a don
Jorge Gabaldón, dueño del trapiche "El Vegón", quien tuvo un
accidente con la polea del motor. El señor Esteban Linares, nos contó la
versión que circuló en el pueblo en relación al lamentable hecho: "Yo era
vasallo de san Benito, y un domingo en la noche hubo un velorio por las
adyacencias del trapiche, y los trabajadores del trapiche no fueron a trabajar
el día lunes, por acompañar a San Benito. Esa ausencia molestó a don Jorge. Se
molestó con los trabajadores y con San Benito. Ese lunes, don Jorge trabajaba
solo, y arreglando una correa del motor del trapiche —según dicen—, se le
arrolló una pierna en la polea, y por todos los rincones se oían los
aterradores gritos, y los que llegaron lo ayudaron a salir del problema para
que no se triturara el cuerpo completo. Lo sacaron y le amputaron una pierna.
Era lo que se contó en ese tiempo. También escuchó el comentario, que en el
hospital, muy mal herido don Jorge, le dijo a sus familiares: "Eso es para
que entiendan que si hay santos".
Trapiche El Vegón (de Jorge Gabaldón). Rastros de un muro de cemento, y al final está la chimenea cubierta por la vegetación y el tiempo |
Al paso del tiempo, quedaron en el recuerdo,
esa dulce y noble actividad agrícola, la siembra de caña y la producción de
panela. También quedaron las huellas ruinosas de los trapiches de Pampanito y
sus despojos.
NOTA:
En principio, apareció publicado en el libro de Gregorio Riveros: “HISTORIA DE
PAMPANITO”, Editorial Talleres de Universo Gráfico C.A., Valera, 2010. Pág. 205.