(III/III)
Las prioridades suenan a calle y a enfermiza calma de
borracho satisfecho, porque no hay vicio con satisfacción, por eso tanto
artista que disuelve su vida en vicios, escape de lo asqueroso de ver como de
manera tan concedida se aceptan las injusticias y la desigualdad, porque
nosotros, esto de lo humano, que creemos
en la veracidad de la propiedad desde
lo egoísta, en la “superioridad” del poderoso, dejamos que la corriente nos
arrastre sumisos, y es sabroso, porque como he dicho, la vergüenza está en lo
que nos enaltece; por deducción el orgullo, ¿dónde está entonces? Lo han
logrado quienes lo planearon hace miles de años ¡Oh, discotecas, pagar para
pecar y para exhibirse, ofrecerse y exponerse, porque la vida es muy absurda
como para callarla en tonterías
trascendentes! No es nada la vida si no ven que la vivo como se la debe palpar,
fingir, fingir, fingir, fingir, fingir,
fingir, fingir, fingir, fingir, fingir, fingir, fingir, fingir, fingir la
letra, fingir el ánimo, fingir el amor, fingir la distancia del dolor, fingir
que los colores, la montaña, el viento, la amistad, la presencia, la demencia,
la inclemencia y la inminencia son signos de que el mundo se acaba, es cierto,
se acaba y no es profecía, se acaba porque lo humano no se acepta animal, puro…
y en lo animal se cree predecible: la pureza nos eleva. Lo animal, lo verdadero
humano no se cree especial, distinto, necesario: recordemos, el ave vuela, el
carnívoro caza y el humano piensa y resuelve. Animal, muy animal al fin.
Hagámonos masa universal
para fabricar carne con alma, renazcamos en la condición primaria, lo verdadero
humano que no necesita de más
nada que la compañía, el placer y el pensamiento, porque nada más humano que la
mueca de la sonrisa, que el lenguaje del afecto, que lo estético y lo
trascendente. Por eso, ¡vamos, hagámonos placer, olvidemos los remordimientos,
sigamos nuestro corazón, impulso, animalidad, conocimiento mínimo del mundo que
lo puede abarcar todo en la cooperación, lo más hermoso que hay, conocimiento del
que estamos distanciados por nuestros sentidos! El mundo es más que lo que entra
por los sentidos. Creamos en la ceniza del tiempo, la ceniza que
inevitablemente llega, en la ceniza de lo que nos falta y nos ha enaltecido
porque humano es nacer para el disfrute, nacer para el abrazo, para el grito
afectivo y la calma que reprende la angustia. Digamos todos que la existencia
es distinta porque la queremos distinta; no es broma, aunque esto no es
autoayuda.
¡Me cag… en el put… poder de mierrrrrrrr! ¡Amén!
Indecentísimo Conde de
Asar-Azar, Planeta Tierra, todas las fechas.
*Texto experimental-irreverente escrito en el año 2010 para
el quinto aniversario del colectivo literario trujillano Naci2alasar,
bajo el pseudónimo "Indecentísimo Conde de Asar-Azar".
el quinto aniversario del colectivo literario trujillano Naci2alasar,
bajo el pseudónimo "Indecentísimo Conde de Asar-Azar".