viernes, 3 de julio de 2015

5 cosas por las que amamos a Motatán

Cortesía: Carnavales Turísticos de Motatán
Este municipio ha tenido una vida al revés. En sus inicios fue polo comercial del estado Trujillo. El ferrocarril la convirtió en centro de todo el estado, y el Central Azucarero en motor productivo de la región. Hoy día el pequeño pueblo lucha contra los embates del tiempo, la inseguridad y la falta de amor de todos sus habitantes

Siempre se dijo que Motatán es un pueblo “que se niega a morir”. Una frase que guardan con mucho respeto sus pobladores más antiguos, quienes han visto como la tierra del cañaveral ha resucitado como el ave fénix para alegría de los suyos.

Por  su gente alegre y fiestera

Cortesía: www.diarioeltiempo.com.ve
Hasta hace poco la tristeza duraba poco en Motatán. Las personas nacían con una sonrisa en la boca y una botella de ron entre los brazos. Cualquier lugar o evento era propicio para celebrar incluso un cumpleaños de siete meses atrás.

Un bautizo, un cumpleaños, una graduación y hasta un velorio, servían de centros sociales donde las personas con “copita” en mano podían deleitarse de los últimos chismes que paseaban por los ventanales de la tierra de la “caña, piña y tambor”.

Algunas abuelas piadosas aseguraban que el “miche” era el culpable de la desgracia en Motatán. No era extraño ver un domingo de misa, gente durmiendo en las aceras. 
Algunos incluso aseguran que en el extinto programa Ocurrió Así, se dijo que Motatán era el segundo pueblo en consumir bebidas alcohólicas por habitantes del mundo.

No pudimos corroborar la información, pero nos da una opinión de aquellas fiestas que ocurrían en la que fue capital de Trujillo y que sacudían a toda la región.

Por sus Carnavales: Llenos de colorido y fantasía

Cortesía: Carnavales Turísticos de Motatán
Las fiestas en honor al Rey Momo, daban al pueblo un aura de magia durante el transcurso de febrero. Era una de las pocas fechas donde todos los sectores se unían por lograr el premio más importante: la mejor carroza y comparsa del año.

Desfiles coloridos, carrozas ingeniosas y de distintas formas, y reinas de belleza que saludaban mientras lanzaban caramelos a los presentes, eran parte del multitudinario desfile que cerraba con los segundos carnavales más concurridos de Trujillo.

En las calles del pueblo estaba prohibida la gente en silencio. Sólo aquellos que venían a celebrar y apoyar a su sector favorito tenían derecho a presenciar el evento.

Dos sectores se robaban las miradas por su ingenio y creatividad: San Nicolás y El Centro. Era una lucha apasionada, que llegaba a extremos como un clásico Barcelona y Real Madrid.

Por el aniversario de su fundación: “San Benito échate un palo”


Luego de una larga espera, a inicios de septiembre llegaba el aniversario del pueblo. Y no había mejor manera de cerrar la fecha con la romería en honor a San Benito. Tamboreros de distintos lugares del país, ponían a bailar las calles del pueblo mientras el sonido del tambor traspasaba las casas de bahareques del valle de fértil riqueza.

Desde muy temprano comenzaban a llegar los motatanenses al punto de concentración. El “San Benito es lo que quiere que lo bailen las mujeres” era cantando por todos, mientras la lucha del mejor toque ponía a todos a bailar bajo el inclemente sol del mediodía.

El ciclo cerraba con la premiación a los mejores tamboreros y la noche era testigo de la química entre hombre y licor.

Era el día donde todo se olvidaba, donde todos eran amigos, y algunos golpes evitaban una situación peor, eran otros tiempos. Eran tiempos de gloria.

Por sus aguas termales: Sin olvidar la Iglesia y la Plaza Bolívar

Cortesía: venezuela.bienesonline.com
Las sulfurosas aguas termales de Motatán dieron permiso a la imaginación popular de los habitantes del lugar. El Cerro el Conquistado es para muchos un “volcán dormido” y las aguas termales y sus altas temperaturas la carta que mostraban algunos ante el incrédulo visitante.

En Venezuela no hay volcanes. Lo cierto, es que las aguas termales poseen propiedades curativas por excelencia. Sólo 7 sitios en Venezuela cuentan con este tipo de regalo natural.

La plaza Bolívar decía una cuña política “es la más bella del estado”. Su fuente de agua levantaba el ánimo de sus pobladores, y de distintas partes de Trujillo, una cámara fotográfica inmortalizaba el momento de muchos que fueron a ver la magnífica obra de aquel entonces.

La Iglesia del pueblo fue remodelada a su totalidad, y en un pueblo donde el sol llega a descansar, los aires acondicionados del templo católico fueron bien recibidos por una feligresía que aumentó en número luego de ese obsequio de la modernidad.

Porque se Niega a Morir

Cortesía:www.pueblosdevenezuela.com 
Dramática ha sido la historia del pequeño pueblo. Fue capital de Trujillo y los bachacos sacaron a los conquistadores del lugar. Logró a finales del siglo XIX ser centro comercial de Trujillo, gracias al segundo tramo del ferrocarril de La Ceiba. En los sesenta, la creación del Central Azucarero, aumentó las esperanzas de un pueblo, las mismas que huyeron cuando éste fue cerrado.

Y muchos aseguran entre lágrimas que este es un pueblo que se niega a morir. Hoy día son muchos los males que afectan a la tierra de Guillermo Montilla.

La  fiesta, la magia, el ron, lo magnífico, dieron a paso a un manto que cobija a un pueblo en silencio. Pero el dicho cobra vida hoy día.

Si Motatán es un pueblo que siempre se ha negado a morir, esta no es la excepción. Y pronto deseamos que el brillo y la alegría lleguen a sus calles. Y cantar aquella estrofa que escribió en el pueblo Alí Primera: “San Benito échate un palo y canta con  alegría que en Motatán los tambores ya resuenan por la vida”.