Hasta el día de hoy muchas historias
se tejen en torno a la mítica figura del Libertador de América. Hazañas increíbles, un hábil manejo de su
pluma y una visión de mundo adelantada a su época le valieron el reconocimiento
de propios y extraños. Considerado “El Americano más prominente del siglo XIX”
según la BBC de Londres, “Padre de la Patria” para los venezolanos y libertador
de seis naciones, son algunos de los títulos que conserva el oriundo de Caracas.
Simón José
Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Ponte Palacios nació un 24 de Julio
de 1783 en Caracas y murió el 17 de Diciembre de 1830 en Santa Marta Colombia. Nacido
en una familia rica, quedó huérfano a temprana edad. Luego de la muerte de su
esposa y bajo la incansable mirada de su maestro Simón Rodríguez, se une a la
causa emancipadora que tiempo después lo glorificaría.
Mecido en cuna de oro
El pequeño Simón, nació en el seno de una
familia aristocrática de Caracas. Su padre Juan Vicente Bolívar y Ponte de 47
años y su madre María Concepción Palacios de 15 eran propietarios de extensas
tierras y propiedades.
Al morir éstos, dejaron una cuantiosa herencia entre las que destacan las minas de cobre
en Aroa, oro acuñado y en bruto valorados por 6 millones de pesos de la época,
propiedades en los terrenos más caros de la capital venezolana, haciendas y
tierras en distintas partes del país, millares de matas de café, añil, caña
de azúcar y cacao y una abundante servidumbre.
Se estima
que las minas estaban valoradas en cuatro millones de pesos. No fue difícil
para él costear la lucha emancipadora que comenzaba a gestarse en contra del
reino español.
Su madre fue una esclava
Por quebrantos de salud, la madre de Bolívar
buscó una nodriza para su pequeño hijo, la tarea recayó en la esclava Hipólita
(conocida como Negra Hipólita) de la hacienda San Mateo.
Desde Cuzco,
Perú, el de 10 de Julio de 1825 envía una carta a su hermana María Antonia,
donde hace muestra del inmenso cariño que sentía por la que llamó su madre.
“…Te mando una carta de mi madre Hipólita,
para que le des todo lo que ella quiera; para que hagas por ella como si fuera
tu madre, su leche ha alimentado mi vida…”
No besó los pies de Pedro
Junto al
embajador español Vargas Laguna, quien era gran amigo de los Palacios, Bolívar
viaja a Roma donde queda impresionado por la arquitectura y muestras artísticas
de El Vaticano.
Conoce en
persona al Papa Pío VII a quien le muestra reverencia pero no se arrodilla ni
besa las sandalias como sí lo hizo el funcionario español. Vargas Laguna toma
del cuello a Bolívar y lo obliga a realizar el acto, el Papa regaña al emisario
en italiano diciéndole “Deje al joven americano en paz”.
Al salir de
la audiencia Bolívar le explica al legado que él no adula a nadie. Este hecho
fue recordado tiempo después por el Papa cuando sentía preocupación por el
papel que jugaría la Iglesia Católica en las nacientes repúblicas de América.
“Simón Bolívar, libertador… ah ya recuerdo… ese fue el joven que se negó a
besar la cruz de la sandalia papal, pretextando que correspondía a la cruz
lugar más elevado”.
Bolívar nunca conquistó, libertó
Es quizás
una de sus gestas más memorables. Durante la lucha contra el imperio español
liberó a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Venezuela.
Es el único con el título de Libertador, de
esto dijo “El título de Libertador es superior a todos lo que ha recibido el
orgullo humano”.
Bolívar toma
la idea de Miranda y en 1819 se crea el extinto país Gran Colombia, una nación
compuesta por Colombia, Ecuador Panamá y Venezuela.
Este país
tenía una extensión territorial de 2.519.954 kilómetros cuadrados. Actualmente
sería el décimo país más grande del mundo, la moneda oficial era el Piastra.
Hazañas sobrehumanas
Bolívar cabalgó 6.500 kilómetros, sería media
vuelta a la tierra. Recorrió más tierras que otros grandes. 10 de veces más que
Aníbal, 3 veces más que Napoleón y el
doble que Alejandro Magno.
El
Libertador luchó en 472 batallas, siendo derrotado en sólo seis. Participó en
79 grandes batallas, con posibilidades de morir en 25 de ellas.En total, recorrió 123 mil
kilómetros, más de lo navegado por Colón y Vasco de Gama juntos.
¿Profeta en su tierra?
Créditos: Adamo Tadolino |
77 ciudades o pueblos de Estados Unidos llevan
su nombre. En 1815 estando vivo, en Texas existía un lugar que llevaba su
nombre. Venezuela lo comenzó a honrar en 1846, casi veinte años después de su
muerte cuando los habitantes de Nueva Angostura adoptaron el nombre de Ciudad Bolívar.
La primera
ciudad con el nombre de Bolívar se fundó en Tennessee, sus habitantes al
escuchar sobre su heroicidad lo imaginaron como un Washington latinoamericano.
Es la ciudad más grande con este nombre. Ha recibido obsequios de Venezuela,
desde dos estatuas hasta la Orden Libertador, la más importante que otorga la
nación petrolera.
Pese a esto,
casi todas las plazas públicas de ciudades importantes y pueblo llevan el
nombre del Libertador y su figura ha sido utilizada por numerosos políticos
quienes encuentran en la vida y obra de Bolívar una carta para mostrar al país
que la tendencia política que representan persigue los ideales del caraqueño.
Animales cercanos a Bolívar
Palomo fue su gran compañero. Este caballo lo
acompañó por diez años. Pastor fue otro caballo que Bolívar regaló luego al
general Santa Cruz héroe boliviano. Se dice que el caballo murió un mes
después.
Nevado un
perro Mucuchies proveniente de una raza canina venezolana acompañó al Libertador
durante muchas batallas. Su primer contacto con el can ocurrió durante la
Campaña Admirable en 183. El venezolano quedó admirado por el coraje del animal
al enfrentar a sus hombres armados cuando entraban a una hacienda a buscar
provisiones.
Nevado murió
en combate durante la Batalla de Carabobo en 1821. Curiosamente esta fue la
batalla que selló la salida de los españoles del país.
Nadie nace aprendido
Cartas de su
juventud muestran lo mal que redactaba. La lectura de los grandes, y una
variada biblioteca le permitieron mejorar con el paso del tiempo. Su determinación le permitía alardear de su
pluma.
Sus ideas de libertad fueron escritas en 92
proclamas y 2.632 cartas, como dato sorprendente muchas de ellas fueron
dictadas de forma simultánea, en diferentes idiomas y a distintos secretarios.
Su gran amor, Manuela
Conocida como “La libertadora del libertador”
Manuelita Sáenz, fue su amante y la mujer que más huella dejó en su vida luego
de la muerte de su esposa. Muchos rechazaban esa relación por ser Manuela
casada y él un hombre viudo, esto no les importó a ambos.
Fue ella quien salvó su vida en reiteradas
ocasiones. Las uñas de Manuela quedaron marcadas en el rostro del gran hombre
luego que ella encontrara un pendiente de diamante en la cama que no era de
ella. Furiosa y comida por los celos se abalanzó en contra del Libertador quien
tuvo que ser ayudado por dos de sus edecanes.
La figura de
esta mujer no ha sido valorada como es debido por los ataques morales,
llevándola a un lugar apartado de la historia.
Su verdadero Rostro
En Julio de 2010 sus restos fueron ahumados
por decisión del entonces presidente Hugo Chávez. En 2007 el mandatario
aseguraba que a Bolívar lo habían asesinado dijo en una alocución.
“Yo no me
convencí de que Bolívar murió de tuberculosis, porque tres meses antes de
morir, Bolívar recorrió no sé cuántos kilómetros hasta Bogotá”.
Los
resultados revelaron que el Padre de la Patria murió por una infección de tipo
crónico combinada con altos niveles de arsénico que contenían las medicinas de
la época.
El estudio sirvió para mostrar el verdadero
rostro de Simón Bolívar. En una cadena nacional de radio y televisión el mismo
mandatario mostró los resultados.