Caminar por
la urbe valerana sin sentir el olor del plátano friéndose en una gran paila con
aceite es casi imposible, a diario, propios y visitantes, encuentran en cada
esquina una venta de este “pasapalo” que se ha vuelto el favorito de los
consumidores.
Su precio
oscila entre los Bs. 300 a Bs. 500, este depende del tamaño de la bolsa que
desee el cliente. Hay quienes incluyen la venta de papitas fritas, las
cuales son más caras, pues según los vendedores, este rubro tiene un mayor
costo.
Los
consumidores afirman que adquirir una bolsa de platanitos o papitas fritas es
mucho más económico que comprar un perro caliente o almuerzo, pues estos
superan los mil bolívares, además con estos “aguantan” mientras regresan a sus
hogares.
La rapidez a
la hora de freír y servir en una bolsa platanitos o papitas, la espera del
cliente es muy corta, además que los encargados de vender el producto dejan a
la vista de quien pasa por ahí pasa, su agilidad para preparar este pasapalo que
se apodera de las calles valeranas.
Con salsa o con
mucha o poca sal, el sabor del platanito engancha a quien lo consume por
primera vez, tanto, que hay quienes no se resisten al pasar por uno de los
tantos puestos informales desplegados por las esquinas y paradas mas concurridas
de la ciudad de las siete colinas.
¿Has probado alguna vez una bolsa de
platanitos?