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Cortesía diariotrujillano.blogspot.com |
¿Quién es el último? Fueron las palabras que anunciaron la llegada de la Guardia Nacional, quienes entre gritos y humillaciones, detuvieron a 19 personas la madrugada de aquel jueves.
Andrés Rodríguez**, padre de familia
que labora en una empresa del Gobierno, llegó a las afueras de un supermercado asiático
alrededor de las 4.30 am, “me fui a esa hora porque después es más difícil comprar”
reseña el hombre de unos 46 años, que recuerda aquel día como el peor de su
vida.
“Cada vez que recuerdo ese día, me dan
ganas de llorar” relata Rodríguez. Conozca como son tratados los trujillanos
que hacen colas a tempranas horas.
No importa sexo ni edad
“Ese día éramos 19 personas, ocho
hombres, nueve mujeres y dos menores de edad; a todos nos gritaron y a punta de
empujones nos montaron en las camionetas” cuenta Andrés, quien asegura que los
funcionarios nunca mediaron palabras con ellos.
Aguantan sol y agua
Los detenidos fueron llevados al
comando No 23, ubicado en la parroquia Jalisco, municipio Motatán; los
mantuvieron durante siete horas en un estacionamiento de aproximadamente cuatro
metros “ nos pusieron bajo el sol y oliendo heces de perro, no nos dejaron ni
sentar” narra Rodríguez.
Sin comunicación alguna
Cortesía Maduradas.com |
Andrés afirma que los funcionarios no permitían
que los detenidos se comunicaran con sus familiares, “gracias a un señor que se
encontraba con nosotros pudimos llamar y decir donde estábamos; siempre nos
gritaban que nadie nos había mandado a hacer colas”.
Reseñados como bachaqueros
“Si los vemos otra vez en una cola los
mandamos a la fiscalía y les dictamos privativa de libertad, así mismo nos
dijeron (…) nos tomaron 24 veces las huellas digitales y para completar nos
tildaron de bachaqueros frente a la prensa” relata Rodirguez.
No se pueden quejar
A minutos de ser puestos en libertad,
los detenidos recibieron una charla por parte del Comisario encargado del
comando en donde se encontraban. “Nos dijo que si salimos a las seis de la
mañana encontraremos todos los productos sin ningún problema (…) al terminar
nos preguntó si nos habían maltratado, por miedo a decir la verdad, nos
quedamos callados” manifestó Rodríguez.
Antes de finalizar, Andrés Rodríguez
relató como a menos de 10 metros del comando revenden los productos a precios
exorbitantes y la Guardia Nacional no hace nada, mientras que por otro lado
atropellan a padres de familia que solo quieren llevar un bocado de comida a
sus hogares.
**Nombre ficticio para proteger la
identidad de la fuente