Fotografía: Yoerli Viloria |
Mientras el alcalde José
Karkom y el gobernador Henry Rangel Silva se lanzan la “papa caliente” por el
tema de la basura, los zamuros comienzan a llegar encantados por las gran
cantidad de desperdicios que azota a la ciudad valerana.
En urbanizaciones, en
avenidas, en sitios importantes de la ciudad se encuentran, hurgando en la
basura casi igual que las decenas de personas que lo hacen buscando que comer.
Un lugar donde muchos de
ellos se encuentran es en La Marchantica, donde a los pies de la imagen de José
Gregorio Hernández degustan sus mejores manjares.
En la pantalla LED en la
Avenida Santa Bárbara se encuentra un grupo que intenta en lo posible simular
ser gárgolas protegiendo una ciudad gótica,
lamentablemente sólo esperan un simple descuido para seguir felices
entre la basura.
Muy preocupante es esta
situación, la ciudad más importante de Trujillo muestra al visitante su peor
cara, los políticos siguen en su guerra, mientras Valera se hace más fea con
estos animales de “mal presagio”.
¿Quién le pone la cascabel
al gato? Hasta ahora nadie, y mientras tanto los habitantes de la que fuera la
ciudad de los andes con mayor crecimiento urbanístico ve horrorizada como los
zamuros van ganando terrenos mientras los responsables miran para otro lado.
Es tiempo te tomar cartas en
el asunto.