(Gráfica : Cortesía Diario El Carabobeño)
Venezuela
por idiosincrasia es una cuna de peloteros brillantes, existe una buena
cantidad de jugadores que han estado en la retina y la memoria de los fanáticos
de manera especial, son esos que año tras año se han enfundado camisetas de los
equipos de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) y es allí donde
entra Alex Cabrera.
Para nadie
es un secreto que “El Samurái” ha tenido innumerables momentos históricos en la
pelota, pero atrás ha quedado esa época
para el toletero que posee ya los 44 años de edad, Alex es noticia debido a que
a principios de año la LVBP lanzó un
comunicado donde expresó que el cuarto bate dio positivo en los controles
antidopaje en la campaña 2015-2016.
La Liga
sentenció que el jugador sería
suspendido por un total de 25 juegos, pero Cabrera no se quedó allí y llevó la
sanción al Tribunal Supremo de Justicia,
el organismo en contra de los principios de la liga, anuló la sentencia
generando molestia en la mayoría de los
aficionados a este deporte.
Cabrera
volvió a la palestra pública a finales de Octubre cuando se dio a conocer que se
uniformó con los Tigres de Aragua y ahora son los equipos rivales son los que
protestan su participación en la novena aragüeña.
He allí donde entra la controversia, si bien
es fantástico que alguien a sus cuarenta y cuatro años quiera seguir jugando en
el mejor nivel del país, ¿Cuánto se está dispuesto a pagar por ello? Y no
hablamos de dinero, sino de que cada vez que sube al plato el sonido
ensordecedor de pitidos desde las tribunas van de aficionados de otros equipos
como los propios aficionados a Tigres de Aragua.
Cabrera pudo
haber dado un paso al costado y que cada quién juzgara a su manera su desempeño
en el béisbol, pero el mismo se ha enfilado a ir contra la corriente y contra
la justicia, la pelota en esta temporada hablará por sí sola.