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Cada 21 de noviembre se
conmemora en Venezuela el día del estudiante universitario, hoy esta
celebración se ve empañada por los altos índices de deserción que viven las
casas de estudio producto de la crisis económica y social que atraviesa el
país.
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La
Universidad de Los Andes no se escapa de esta realidad, luego del receso
vacacional del 2017, la institución recibió solo el 50% de su población
estudiantil, y en los últimos tres años el incremento de los retiros totales ronda
el 100%, sin contabilizar a los estudiantes que dejan de asistir a la
universidad y no extraen sus documentos de la Oficina de Admisión Estudiantil.
Según unas declaraciones
del secretario de la ULA, José María Andérez emitidas en septiembre de este
año, en condiciones normales, el índice de deserción estudiantil era de 5%.
Un estudio
realizado por la ULA sobre deserción y fuga de talento, determinó que entre
2005 y 2015 la casa de estudios perdió alrededor de 3mil 600 estudiantes anualmente, cifra que
aumentó en los últimos dos años debido a los problemas políticos y económicos
acaecidos en el país.