Los trujillanos se reúnen en las adyacencias de los supermercados / Gráfica Trujillo Digital |
El comprar harina precocida se ha convertido en una proeza, el sabor, la durabilidad y
sobre todo el bajo costo de la misma, obliga a decenas de trujillanos a apostarse
a las afueras de los supermercados desde un día antes del indicado según el
terminal de su cédula.
Cuando el reloj marca las tres de la tarde, las personas comienzan a
formarse una tras otra en los alrededores de los expendios de alimentos, todos
tienen un solo objetivo: poder llevar qué comer a sus hogares.
La noche se hace larga, hay quienes llevan cartones para poder
descansar en las aceras, otros se dedican a conversar con quien tengan al lado.
La noche transcurre entre críticas al gobierno, consejos para ahorrar comida, y
un sinfín de temas que sirven para amenizar las horas de espera.
Gráfica referencial/ Analítica |
A las seis de la mañana, efectivos de seguridad comienzan a recoger las cédulas, dando prioridad a personas de la tercera edad y discapacitados, la entrada al supermercado del resto de los usuarios la dividen por “lotes”.
Entre 50 a 100 personas integran los 20 lotes que conforman los
encargados de organizar la cola, la cantidad varía dependiendo del supermercado.
Al final de la mañana, dos harinas precocidas son el resultado de
largas colas en medio de la oscuridad e inseguridad que habitan en las calles
del estado Trujillo.