Cuando el equipo gana, ganan los jugadores, cuando el equipo
pierde; pierde el Director Técnico… Frase que se ha escuchado durante muchos
años en el mundo del fútbol. Unos la comparten y otras difieren completamente
de este comentario añejo.
Después que Trujillanos perdió contra Tucanes este miércoles,
en la antepenúltima fecha del Torneo Adecuación, se han escuchado muchas
críticas en contra del entrenador Horacio Matuszyczk, sobretodo porque dejó
descansando a Edixon Cuevas (capitán del equipo), Irwin Antón (goleador del
Trujillanos en el Adecuación) y Manuel Granados (lateral derecho titular) en
Valera; pensando en el partido del
próximo domingo ante Caracas FC.
Debido a esas decisiones del “polaco”, y a las suspensiones
de Erazo y Contreras; Trujillanos varió mucho la convocatoria ante Tucanes en
relación a su último partido que había sido contra Llaneros de Guanare en el “Cementerio
de los Grandes” y así, dentro de la lista de jugadores que viajaron a Puerto
Ayacucho, estaban Ismael Páez, Galileo del Castillo, José “Nakata” Araujo y
Sergio Álvarez; nombres que no son muy habituales en la plantilla.
¿Culpa del profe la
derrota 2-0 ante Tucanes por no llevar a algunos? No creo. Los jugadores que no son
constantes en el once e incluso en las convocatorias deben jugar al máximo para
tratar de ganarse el puesto que no tienen. El técnico confía en sus capacidades
y pareciera que no la aprovechan.
El equipo tenía que ganar. Es cierto. Era una final más. De
acuerdo. Los Guerreros estaban de 6 en
la tabla y por esa derrota descendieron al puesto 9; fuera de los clasificados.
Ahora, ¿Si hubiera jugado Cuevas, Granados y Antón, Trujillanos iba a ganar el
partido? Desafortunadamente quedó la duda. Pero Trujillanos FC no debe depender
de algunos jugadores. Es un equipo donde, hasta ahora, ningún jugador ha
marcado la diferencia. Pese a los 6 goles que tiene Antón en el Adecuación y a
los 11 tantos que suma Britos (Adecuación y Copa Venezuela) Trujillanos ha sido
en este Torneo un equipo acostumbrado a jugar en conjunto, sin la dependencia
de ningún jugador.
Y, basándome en esto, diría que la derrota del miércoles ante
los amazónicos no fue del entrenador, sino de los jugadores.
No termina de ser excusa que se jugó en una plaza complicada
y ante un rival que estaba agonizando en el sótano de la clasificación;
estrenando, además, Director Técnico. Con los jugadores que fueran, el conjunto
valerano debió traerse al menos un punto de la selva. No se logró y la
exigencia será doble ante Caracas FC en casa, donde lo único positivo será
ganar.