Wikipedia |
Del lugar donde nació siempre diría
que fue “accidental”. Ismael Urdaneta, tuvo un hábil manejo de la pluma, fue un
activo periodista y miembro de la legión francesa que lo llevaría a batallar en
la guerra mundial. Su trágica muerte eclipsó durante un tiempo la célebre obra
de este venezolano.
Ismael Emilio
Urdaneta Paz, nació el 4 de marzo de 1885 en la zona petrolera de Moporo, en el
estado Trujillo. Del lugar donde nació siempre diría que fue “accidental”,
siempre se sintió zuliano y así se presentaba en los grandes círculos
sociales que conocería con el tiempo.
Con 23 años,
fundó la revista Élitro, y publicó su primer poemario Corazón romántico. En
1909 marcha a Caracas para estudiar derecho en la Universidad Central de
Venezuela.
En Caracas, publica
esporádicamente en la revista El Cojo Ilustrado.
En el año
1910 obtiene el primer premio del certamen de verso y prosa promovido por la
Gobernación del Distrito Federal en honor al centenario del 19 de abril de 1810
por su poema Los Libertadores.
Su poema Los Libertadores fue dedicado a
Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, entre otros.
El periodismo lo lleva a conocer el
mundo
Ismael
Urdaneta impulsado por un espíritu aventurero, y tratando de zanjar las
inquietudes intelectuales que lo acompañaban, decide viaja a Barbados, Brasil,
Argentina y Uruguay. Sobre esto escribiría en su poemario macte animo:
Aquel viril deseo
de aventura y peligro, de andanzas y fiebre loca,
me devora la entraña —¡buitre de Prometeo!—
atado a mi destino como el otro a su roca.
El 7 de enero de 1911
comienza a trabajar en el periódico La
Prensa.
En
Montevideo, trabaja en el rotativo El Día, escribe en La Semana, y es uno de
los fundadores del famoso diario del Plata de Uruguay. Diría de él Jesús María
Seprum:
Parecía destinado entonces a ser uno
de esos reporteros contemporáneos que nos cuentan con elegancia y amenidad, y
casi siempre con menos exactitud que imaginación, la vida de las ciudades y
pueblos grandes o pintorescos o simplemente remotos.
Viejo continente, ingreso a la Legión
Extranjera de Francia
En 1912
Ismael Urdaneta llega a España como corresponsal del diario del Plata. Se
encargaría de escribir reseñas sobre las ciudades de Cádiz, Barcelona y
Valencia.
Colabora en
El Mercantil Valenciano, y en Madrid lo hace con los diarios Blanco y Negro,
ABC y El Liberal. Llega a París en 1913.
En el año
1914, con la Primera Guerra Mundial asolando a toda Europa, se une a la Legión
Extranjera de Francia y lo destinan al Primer Regimiento Extranjero acantonado
en Bel-Abbés.
Cinco años tocando a fondo el horror
de la Guerra Mundial
Ismael
Urdaneta estuvo en Bel-Abbés, en la península de Gallipoli en Turquía, donde en
1915 combate y es herido por una bala que le destroza el oído izquierdo en la
Batalla de los Dardanelos.
Luego marcha
a Orán en Argelia, a Bizerta en Túnez.
En 1916 es
herido de nuevo en la Batalla de Verdún al nordeste de Francia contra la invasión
alemana. Esta batalla es considerada la
más larga y la segunda más sangrienta de toda la Primera Guerra Mundial. Dado
los muchos días que pasó en las trincheras, le amputaron el pie izquierdo por
Gangrena.
Ismael
Urdaneta demostró coraje y siguió peleando en Alejandría, Egipto, en Serbia y
Ucrania. El final de la guerra lo recibió en Argelia, que en ese entonces era
parte de Francia.
Pruebas de
su ardor y valentía son las cuatro medallas de honor que recibió: la Medalla
Interaliada, la Cruz de Hierro, Medalla de Verdún, Distintivo de Herida y el
Cordón de Honor al Mérito de la Legión Extranjera, y una distinción del coronel
Geay, jefe del Regimiento (26-6-1918).
El amor le llega desde un convento
Sin una
pierna, sordo de un oído y con los recuerdos de una sangrienta guerra,
conoce a Teresa Pascott mientras es atendido
en el hospital de la Costa Azul.
Ella era una
monja que dejó los hábitos para casarse con él. Hecho que ocurrió en 1921. De
ese amor nacerían Emiliana y Arístides.
Ese mismo
año Urdaneta Paz decide regresar a Venezuela, lo hace pero sin su mujer ni
hijos, llega sólo a un país que lo espera con los brazos abiertos.
Apoteósica llegada a Venezuela,
triste desenlace de su vida
Caracas
aclama a su héroe internacional, es recibido con los honores que merece. Luego
marcha a Maracaibo donde la celebración dura días.
Es recibido
en su siempre amada Maracaibo el 17 de agosto de 1921, con un acto en el teatro
Baralt a casa llena. En lugar estaría presente el presidente del Zulia Vicente
Pérez Soto. El 12 de noviembre del mismo año es recibido en el Teatro Nacional
de Caracas.
Luego de
todos los actos, es olvidado en su misma tierra, decide volver a Europa para
convencer a su mujer e hijos de regresar con él a Venezuela, pero fracasa en su
intento. Vuelve a caminar las calles de París, pero esta vez como un héroe de
guerra, inválido y enfermo.
Luego de
pedirle un café a su madre, se suicida de un disparo en el corazón el 29 de septiembre
de 1928.
Así fallece
un trujillano que no quiso serlo y que navegaría por los pasajes de la historia
sin saberlo. Ismael Urdaneta murió creyéndose un fracasado, sin saber que para
su pueblo era un héroe atormentado.