El mural está ubicado en el antiguo Teatro Libertad frente a la plaza Bolívar de Valera |
El edificio ubicado frente a la plaza
Bolívar de Valera, que originalmente fuera el Teatro Libertad fue construido en
la década de 1950. Debe su nombre a la actriz y cantante argentina Libertad
Lamarque, la Novia de América, quien causó furor con su presencia en la
inauguración del teatro.
Fue formado en esquina. En su planta
baja era el acceso al teatro con puertas de vidrios, sobre las que se colocaban
los carteles que anunciaban los estrenos y la programación en general. La
construcción es de concreto armado y actualmente el inmueble ha perdido su uso
original, pues se emplea como tienda.
Sin embargo, en su amplio espacio
liso en los pisos superiores, entre diez niveles de ventanas de vidrio
separadas por balcones en el lado izquierdo y cinco niveles de ventanas
similares en el derecho, resalta un mural que tal vez toda persona oriunda de
la ciudad ha visto, pero del que prácticamente nadie conoce.
El mural, está ubicado en un volumen
de semicilindro en esquina, por donde se accedía al cine. Está compuesto por
mosaicos vítreos que apuntan a temas de artes escénicas, del drama y la
comedía.
Está constituido por mosaicos adheridos
de forma directa con materiales ceméntales sobre un soporte de friso de cemento
y arena, sin ningún tipo de juntas para la dilatación y contracción de los
diferentes paños de mosaicos de gran formato, hasta articular la totalidad de
la obra. Está enmarcado por un borde de concreto.
Posee diversos colores y texturas,
realizadas a opera incierta, dispuestos de forma aleatoria y en degradé,
oscureciéndose o aclarándose según las áreas de los extremos y bordes, o en el
centro donde se encuentra la imagen principal de la obra.
Su protagonista
Esta obra magistral muestra al Dios
Hipnos que para los antiguos griegos era el Dios y la personificación del
sueño. Este ser divino era padre de Morfeo, e hijo de Nix, la noche, quien le
dio la vida ella sola, aunque algunas versiones dicen que el padre habría sido
Érebo. Hipnos tenía un hermano gemelo de nombre Tánatos, que representa la
muerte no violenta.
A lo largo de la historia, Hipnos fue
representado habitualmente como un joven desnudo, con alas en los hombros o en
las sienes. Algunas veces aparece barbado como su hermano; Otras, como un
hombre dormido en un lecho de plumas y rodeado de negras cortinas. Sus
principales atributos son un cuerno de opio que le sirve para inducir el sueño,
un tallo de amapola, una rama de la que gotea el rocío del río Leteo y una
antorcha invertida.
Aunque su hijo y ayudante Morfeo
parece haberse llevado la mayor popularidad, Hipnos es una divinidad muchas
veces representada en el arte occidental y a quien inevitablemente se la
relaciona estrechamente con su hermano Tánatos pues, para los griegos, el acto
de dormir estaba muy próximo a la muerte.
Contradiciendo a la historia, el
mural que reposa sobre el Teatro Libertad presenta al Dios Hipnos como una
mujer, descubierta en gran parte de su cuerpo, quien posee orejas aladas,
imagen que, según la mitología griega, era para poder recorrer velozmente la
tierra y el mar, aletargando a los demás seres. Igualmente, las alas constituyen
la elevación de lo sublime, como impulso para trascender la condición humana.
La imagen de la mujer de cabeza alada
con aureola se encuentra inserta en una especie de espiral, el cual se podría
reflejar como la representación de los sueños, así como la profundidad de los
mismos y en forma, la hipnosis en la que los sueños a veces quedan insertos y
en el olvido.
Al Dios mujer la rodean diferentes máscaras
que representan escenas dramáticas, oníricas, sueños, cuentos, piezas y
películas que pareciera se desvanecen en la hondura del espiral, entre el drama
y la comedia; el sufrimiento y la alegría; conflicto y serenidad, elementos
esenciales a tratar dentro del cine y el teatro.
El desvanecimiento del espiral queda
anclado por los colores utilizados. Tonos fríos para la superficie y muy
cálidos para el fondo, podrían reflejar el paso del cielo al infierno, parecida
a esa relación que los antiguos griegos hacían del sueño vecino de la muerte,
reflejada también, probablemente, en la cabeza en la que reposa su brazo
derecho.
El autor
No se conoce quien fue el autor de la
obra, sin embargo, el mural fue hecho en Venecia (Italia), y fue Giacomo Contessi quien
trajo tres bocetos con diferentes ilustraciones y el dueño del teatro Libertad,
Valeriano Diez y Riega, escogió el que todavía está allí.
Llegó a
Venezuela por barco, en cajas de 50x50cm, totalmente armado con un papel
especial que sostenía todo el diseño, totalmente numerado. Fue pegado cuadro por cuadro, siguiendo las
instrucciones de pegado con cemento y el orden indicado en cada caja.
De ese mismo material están (o estaban) las columnas internas
del Hospital de Valera y otras empresas de la ciudad.
En mal estado
Así como la infraestructura que lo
posee, el mural presenta pésimo estado de conservación por la pérdida de parte
de sus mosaicos y al escaso mantenimiento que ha tenido desde su creación.
Ningún Gobierno regional de turno ha presentado interés por restaurar la imagen
que además presenta manchas y descoloración.
Pero la imagen, a pesar de los años mirando los sueños de
aquellos que por la plaza Bolívar andan, se puede contemplar aun, ser
interpretada por quien la observe y todavía impactar a todo aquel que se
pregunte de dónde vino, quién la hizo y qué significado tendrá, sin haber
buscado el propio.