domingo, 16 de octubre de 2016

Hipnos, protagonista del mural desconocido

El mural está ubicado en el antiguo Teatro Libertad frente a la plaza Bolívar de Valera

El edificio ubicado frente a la plaza Bolívar de Valera, que originalmente fuera el Teatro Libertad fue construido en la década de 1950. Debe su nombre a la actriz y cantante argentina Libertad Lamarque, la Novia de América, quien causó furor con su presencia en la inauguración del teatro.

Fue formado en esquina. En su planta baja era el acceso al teatro con puertas de vidrios, sobre las que se colocaban los carteles que anunciaban los estrenos y la programación en general. La construcción es de concreto armado y actualmente el inmueble ha perdido su uso original, pues se emplea como tienda.

Sin embargo, en su amplio espacio liso en los pisos superiores, entre diez niveles de ventanas de vidrio separadas por balcones en el lado izquierdo y cinco niveles de ventanas similares en el derecho, resalta un mural que tal vez toda persona oriunda de la ciudad ha visto, pero del que prácticamente nadie conoce.

El mural, está ubicado en un volumen de semicilindro en esquina, por donde se accedía al cine. Está compuesto por mosaicos vítreos que apuntan a temas de artes escénicas, del drama y la comedía.

Está constituido por mosaicos adheridos de forma directa con materiales ceméntales sobre un soporte de friso de cemento y arena, sin ningún tipo de juntas para la dilatación y contracción de los diferentes paños de mosaicos de gran formato, hasta articular la totalidad de la obra. Está enmarcado por un borde de concreto.

Posee diversos colores y texturas, realizadas a opera incierta, dispuestos de forma aleatoria y en degradé, oscureciéndose o aclarándose según las áreas de los extremos y bordes, o en el centro donde se encuentra la imagen principal de la obra.

Su protagonista

Esta obra magistral muestra al Dios Hipnos que para los antiguos griegos era el Dios y la personificación del sueño. Este ser divino era padre de Morfeo, e hijo de Nix, la noche, quien le dio la vida ella sola, aunque algunas versiones dicen que el padre habría sido Érebo. Hipnos tenía un hermano gemelo de nombre Tánatos, que representa la muerte no violenta.

A lo largo de la historia, Hipnos fue representado habitualmente como un joven desnudo, con alas en los hombros o en las sienes. Algunas veces aparece barbado como su hermano; Otras, como un hombre dormido en un lecho de plumas y rodeado de negras cortinas. Sus principales atributos son un cuerno de opio que le sirve para inducir el sueño, un tallo de amapola, una rama de la que gotea el rocío del río Leteo y una antorcha invertida.

Aunque su hijo y ayudante Morfeo parece haberse llevado la mayor popularidad, Hipnos es una divinidad muchas veces representada en el arte occidental y a quien inevitablemente se la relaciona estrechamente con su hermano Tánatos pues, para los griegos, el acto de dormir estaba muy próximo a la muerte.

Contradiciendo a la historia, el mural que reposa sobre el Teatro Libertad presenta al Dios Hipnos como una mujer, descubierta en gran parte de su cuerpo, quien posee orejas aladas, imagen que, según la mitología griega, era para poder recorrer velozmente la tierra y el mar, aletargando a los demás seres. Igualmente, las alas constituyen la elevación de lo sublime, como impulso para trascender la condición humana.

La imagen de la mujer de cabeza alada con aureola se encuentra inserta en una especie de espiral, el cual se podría reflejar como la representación de los sueños, así como la profundidad de los mismos y en forma, la hipnosis en la que los sueños a veces quedan insertos y en el olvido.

Al Dios mujer la rodean diferentes máscaras que representan escenas dramáticas, oníricas, sueños, cuentos, piezas y películas que pareciera se desvanecen en la hondura del espiral, entre el drama y la comedia; el sufrimiento y la alegría; conflicto y serenidad, elementos esenciales a tratar dentro del cine y el teatro.

El desvanecimiento del espiral queda anclado por los colores utilizados. Tonos fríos para la superficie y muy cálidos para el fondo, podrían reflejar el paso del cielo al infierno, parecida a esa relación que los antiguos griegos hacían del sueño vecino de la muerte, reflejada también, probablemente, en la cabeza en la que reposa su brazo derecho.

El autor

No se conoce quien fue el autor de la obra, sin embargo, el mural fue hecho en Venecia (Italia), y fue Giacomo Contessi quien trajo tres bocetos con diferentes ilustraciones y el dueño del teatro Libertad, Valeriano Diez y Riega, escogió el que todavía está allí.

Llegó a Venezuela por barco, en cajas de 50x50cm, totalmente armado con un papel especial que sostenía todo el diseño, totalmente numerado. Fue pegado cuadro por cuadro, siguiendo las instrucciones de pegado con cemento y el orden indicado en cada caja.

De ese mismo material están (o estaban) las columnas internas del Hospital de Valera y otras empresas de la ciudad.

En mal estado

Así como la infraestructura que lo posee, el mural presenta pésimo estado de conservación por la pérdida de parte de sus mosaicos y al escaso mantenimiento que ha tenido desde su creación. Ningún Gobierno regional de turno ha presentado interés por restaurar la imagen que además presenta manchas y descoloración.


Pero la imagen, a pesar de los años mirando los sueños de aquellos que por la plaza Bolívar andan, se puede contemplar aun, ser interpretada por quien la observe y todavía impactar a todo aquel que se pregunte de dónde vino, quién la hizo y qué significado tendrá, sin haber buscado el propio.