sábado, 10 de septiembre de 2016

En Venezuela el fútbol da pasos muy cortos

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Si el fútbol venezolano fuese un niño, seguramente padecería el Síndrome de Turner. O, para sonar menos duro, si las federaciones de fútbol de todos los países fueran personas, la de nuestro país fuera una de las que más tardara en crecer. Tuviera un serio problema de desarrollo.

Ha habido un cambio. Es evidente. Pero en estos casos no sólo se necesita un cambio sino una metamorfosis como la de Frank Kafka.

A nivel de selección se han pasado unas de Caín y otras de Abel. ¿Por qué nombro primero a Caín? Fácil. Se han pasado más malas que buenas. Para muestra de ello es que somos los únicos de Sudamérica en no asistir a una Copa del Mundo. Sí, Bolivia clasificó a Estados Unidos 1994, por si no sabías.

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En las categorías menores de la selección también se han notado mejorías, y esto no es por otra cosa que la regla de un juvenil en cancha en los clubes de primera, segunda y tercera división de nuestro balompié. ¡Eureka! Algo que aplaudir.

Selección sub 17
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Hace unos meses circuló la noticia de que los jugadores de la selección nacional iban a recibir cantidades de dinero dependiendo del resultado obtenido. Se conocía que los vinotintos ganaban 3 mil dólares por cada convocatoria a partido de eliminatorias. Luego, se difundió que esto iba a variar. Si ganaban podrían cobrar dicha cantidad, si empataban serían 1500 dólares y si perdían sería menos, obviamente.

Laureano González, actual presidente -Y también aspirante a seguir en el cargo en las próximas elecciones – declaró que esos cambios eran porque ahora “hay otra realidad deportiva y presupuestaria. “Es que contamos con poca plata. Aún hay cuentas congeladas por el asunto de Esquivel (estaba detenido en Suiza), incluso algunos sponsors se han retirado”, apuntó el mandamás de la FVF en Noviembre de 2015. “La masa no está para bollos”, escribió el periodista Oscar Galvis, de Líder, en una nota referida a este tema.

Recientemente, el señor González volvió a expresarse: “¿Crisis? La Federación Venezolana no tiene crisis económica. Hemos conseguido cerrar acuerdos con todos los patrocinadores, movemos a los jugadores desde Europa en vuelos chárter, nosotros mismos nos movemos en vuelos chárter, nos alojamos en hoteles de cinco estrellas, casi todas nuestras estrellas están en equipos europeos. El fútbol venezolano no sufre crisis económica". Esto lo dijo al diario El Español, después del empate ante Argentina Sin Messi.

Refresco este tema para llegar a un punto exacto: Un lunar del fútbol venezolano que está, más que todo, en las divisiones de plata y bronce y en las categorías menores. 

No puede ser, o no debería, que en un partido profesional la terna arbitral sea del mismo estado del equipo local. Por más que los árbitros sean muy honestos, el patriotismo o regionalismo puede traicionarlos. Ése es otro error de la FVF. Son pequeños detalles que hacen que nuestro fútbol no crezca. No dé ese salto a dónde muchos creen que ya debería estar.

En el Torneo Interseries, llamado también “Serie de Oro”, donde juegan las categorías desde la sub 14 hasta la sub 20, también pasa lo mismo. Pitan árbitros de la misma ciudad del equipo local y, en más de una ocasión, terminan influyendo en el resultado.

Hace un mes aproximadamente presencié un partido de tercera división entre Deportivo Los Andes (Mérida) y la filial de Trujillanos FC. El escenario fue el “Soto Rosa” y los árbitros eran merideños. A los visitantes les pitaron alrededor de 25 posiciones adelantadas, faltas inexistentes y tarjetas inventadas.

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Los “Guerreros” perdieron y al final hubo encontronazo por la impotencia de los jugadores ante las decisiones arbitrales. Y es que perder 3 puntos es vital en cualquier campeonato pero da más bronca cuando no los pierdes sino que te los roban.

Presencié eso en contra de Trujillanos pero también a favor. En el partido entre la sub 16 del “Tru” ante Petroleros del Zulia pasó lo mismo con respecto a los árbitros. El juego fue en Valera. Los locales arrancaron arriba. Cuando los petroleros empataron el principal lo anuló. Nadie entendió el porqué. Trujillanos jugó vivo, se fue a la contra y marcó el 2x0. En el segundo tiempo hubo otro gol local para sepultar a la vista pero el arbitraje fue nefasto e inclinado a un solo lado.

Son cosas con las cuales nunca vamos a avanzar. Como dice “Tute” Valiente cuando pierde un partido: “son pequeñeces que se deben corregir”. ¿Le cuesta mucho a la FVF, que ya no está en crisis según su presidente, mandar árbitros de comisiones de otro estado?

Conversando con un delegado de estos juegos de canteras supe que la inscripción para que un equipo participe en la tercera división del fútbol venezolano oscila en 800 mil bolívares y el arbitraje en un cotejo de Copa Oro está casi en 10 mil bolívares. No quiero ni imaginar cuánto cuesta uno de primera división.

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El fútbol, que lucha por el ser el deporte “rey” en el país, da pasos muy cortos y por eso es la demora en crecer. Si todo el dinero de la FVF, máximo ente del fútbol en el país, no es invertido en el fútbol mismo, ¿cómo vamos a mejorar?

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