Foto: Rodolfo Mejías |
Jardín de Venezuela
la nombró el Libertador en su paso por tierras trujillanas. Un lugar lleno de
misticismo y hermosura natural que enamoran al visitante que decide visitar el
territorio que una vez fue capital del estado en tiempos coloniales.
Escondida
en las altas montañas andinas, rodeada de un verdor que la caracteriza a nivel
nacional, capaz de seducir a cualquier persona, desde un turista hasta un
personaje de la talla universal como Bolívar.
Boconó
tiene un encanto característico que la ubica en un sitial de honor en nuestros
corazones, no en vano es el tercer destino más visitados de los andes
venezolanos.
Te
invitamos a conocer cinco cosas por las que debes visitarla.
Porque está cerquita del cielo
Foto: Turismo Venezuela |
Boconó
exhibe a todos los visitantes la punta del techo que protege a los trujillanos.
Es en este territorio que se encuentra ubicado el monumento natural Teta de
Niquitao, el punto más alto del estado con 4.006 msnm.
En el lugar podemos encontrar una fauna capaz de sorprendente,
desde un oso frontino hasta un cachicamo esperan a aquellos que se sientan
tentados a escalar el techo trujillano.
Fue decretado como monumento
natural fue promulgado según decreto No 1.473 el 4 de septiembre de 1996 y
publicado en Gaceta Oficial No. 36.063 el 11 de octubre de 1996.
Por
su laguna escondida entre Cedros
Dixón Palmera |
Sin temor a
equivocarnos podemos decir que la Laguna de los Cedros es uno de los sitios más
visitados por propios y extraños. La paz que se respira en cada paso, el sonido
de las aves y la serenidad de sus aguas, evocan un espacio lleno de divinidad
protegido entre las montañas.
El sitio cuenta con
un guardabosque, caminerías y zonas para acampar. Los pobladores aseguran que
debes respetar el medio ambiente, de no hacerlo los Momoyes harán travesuras de
todo tipo para que aprendas a estar en sintonía con nuestro planeta.
Lleva tu cámara y
guarda en cada minuto la esencia misma de la naturaleza trujillana en todo su
esplendor.
Por
su gente: Espejos vivientes del Trujillo de ayer
Alberto Cardenas |
Las costumbres
ancestrales que ha guardado con celo Trujillo siguen vigente en la verde
Boconó. El “buenos días”, el ofrecimiento sin esperar nada a cambio y el “Dios
se lo pague” luego de comer evocan los tiempos de nuestros abuelos donde la
cortesía era protagonista.
Gánese al boconés
siendo sincero y justo y encontrará usted la lealtad de personas que son
capaces de prestar su abrigo para que el otro no pase frío.
Las manos de los
habitantes de esta tierra están llenas de magia, y logran enamorar hasta los
paladares más exigentes con una pizca de sencillez, humildad y buen gusto.
Por
su cultura y tradición
Foto: Diario El Tiempo |
Boconó aún conserva sus casas coloniales,
los grandes ventanales que adornan el paso de los señores con sombreros y amas
de casa que acomodan las flores colgantes en sus puertas.
Visitar el Ateneo de Boconó es recordar
una época de gloria cultural, asistir al museo Trapiche Los Clavos es evocar un
pasado donde la familia se unía para trabajar en conjunto por un beneficio
común.
Son muchos los sitios que debes visitar en
Boconó por eso te recomendamos planear tus vacaciones con tiempo para que no
pierdas ningún detalle en esas tranquilas tierras trujillanas.
Simplemente
porque es el Jardín de Venezuela
Foto: minube.com.ve |
El héroe más grande
de América, el mismo que cabalgó por medio continente quedó hechizado con las
bellezas naturales que la Boconó del siglo XIX le ofrecía. Una belleza que ha
cambiado poco y ha intensificado su verdor.
Boconó es un paraíso
terrenal que recibe sin menosprecio a todos los turistas o a sus hijos que
marcharon, para recordar a través de un café un dulce andino la grandeza de un
pueblo que avanza al desarrollo sin olvidar lo propio.
No en vano es Boconó
una de las ciudades más importantes de Trujillo, la misma que una vez quiso
aposentarse en las faldas de sus ríos pero que por motivos del destino emigró
hasta otros destinos.