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El guiso suele ir crudo en la preparación y su cocción amerita un par de horas. |
La hallaca
es por excelencia, compitiendo con la arepa, un especial venezolano. La masa de
maíz está rellena de un guiso de carne de res, cerdo y gallina, con algunos
vegetales y verduras que varían dependiendo de la región.
En Los Andes
el guiso suele ir crudo en la preparación, y por tanto el tiempo de cocción es
mayor, a diferencia de otras localidades donde se prepara con el guiso cocido y
sólo amerita calentar la hallaca para servirla.
Tradicionalmente se utilizan tiras de pimentón, aceitunas, alcaparras y pasas para decorar el guiso y finalmente la hallaca se sancocha envuelta en hojas de plátano. Lo interesante es cómo
distinguir una hallaca trujillana de cualquier otra entidad andina o del país. Encontramos las siguientes características:
Papa en el
relleno
La mayoría de
los hogares trujillanos añaden papa en trozos pequeños en el guiso, en algunos,
hacia los páramos, mezclan los trozos de papa con chayota.
Zanahoria
Además de
usarla cocida o rallada en sus ensaladas, suelen añadirla al guiso para
sustentarlo mucho más.
Garbanzos
Unos granos
de garbanzo no están de más en el guiso de la hallaca. Dan un toque especial.
Masa con color
y sabor
Algunos
pintan la masa de harina de maíz con onoto y suelen usar el caldo de la gallina
para darle sazón a la masa.
Ají
¿Cómo no? Si
es un elemento indispensable en la gastronomía trujillana. Un toque de ají en
el guiso o al servir da más gusto.
Caraotas
No todos
adoran el guiso de carne, si acaso para la cena de nochebuena, para los demás
días prefieren una hallaca con guiso de caraotas, auténticas de la región.
¿Y en tu casa, qué ingrediente no puede faltar?