jueves, 17 de diciembre de 2015

Sopa de fideos hecha en casa o nuestra postura ante la Historia.



El conflicto de poderes actual en el planeta no es cosa de juegos ni mucho menos de subestimar.

Este momento histórico nuestro es crítico y aunque estaremos (o estamos) en medio del fuego cruzado, hay que buscar una explicación a lo que sucede para ubicarnos sin ingenuidades no en un bando, sino en un modo de proceder ante la Historia. Aunque jamás se debe apoyar al terrorismo o a la anulación del otro, menos viniendo de un foco dogmático como el del denominado estado islámico, tampoco debemos aceptar que, como con ese bonito eufemismo que nos han impuesto de "tercer mundo", vengamos a ser subestimados y menos utilizados para beneficio de un grupo poderoso y egoista. Refiriéndome a la campaña pro-occidental de Facebook después de las desgracias ocurridas en París, un filtro de colores no hace nada para cambiar la realidad del mundo, pero si afecta la psicología colectiva, creando bandos en vez de fomentar consciencia para la unificación global.

No es el pelo en la sopa lo que molesta, es quienes nos la están sirviendo. Porque también recordemos, estamos en un país con un gobierno que está asumiendo una postura altamente reprochable ante la Historia.

O abrimos los ojos ante lo inminente mundial o estaremos destinados a comer sopa de pelos en vez de, no sé, sopa de fideos hecha en casa.