martes, 10 de abril de 2018

Carlos Solarte: La poesía es una suerte de proteína que me mantiene vivo




Un talento es el joven poeta Carlos Solarte, quien con sus frescos versos, aviva el gusto en los poemas de Trujillo, representando exitosamente al estado en el pasado concurso italiano de poesía “3° Bando Letterario Internazionale di poesía narrativa e saggistica Veretum 2017”.

Solarte nació en la tierra de Estovacuy y, aunque ahora busque nuevos retos en Chile, sigue dándole vida a sus versos, esos que lo dieron a conocer en Trujillo.

Dicen que “cada cabeza es un mundo”, Carlos nos permite conocer un poco de su mundo aquí en Trujillo Digital.

-¿Dónde naciste?

CS: Mi infancia fue divina, viví los primeros 4 o 5 años de mi infancia en Santiago Apóstol de Trujillo, de allí mi segundo nombre, el primero por mi abuelo materno.

Un pueblo de ensueños, lo recuerdo tan verde y florido como una pintura de mi padre, él es el mejor pintor, tallista, carpintero y tamborero que conozco, un artista integral diría Juan Calzadilla, en aquellos tiempos mi madre trabajaba en el liceo de Santiago dando clases de inglés y mi papá construyendo carreteras.

 Mis hermanas mayores y yo cuando salíamos de la escuela nos quedábamos a cuido del viejito más mágico y místico que he conocido, Aniceto Ángel García, el trabajaba la tierra, era quien llevaba el huerto de la casa, donde se cultivaban tomates, cebollas, fresas, aguacates, pimentones.

-¿Cómo fue tu infancia? 

CS: Fue una niñez muy hermosa, recuerdo a mamá cocinando sus caraotas a leña, mientras tenía en los brazos a mi hermanito, el bebé más blanco que he conocido; antes de venirme a Santiago de Chile, le escribí un poema, que dice algo como: "cuando usted nació, yo pensaba que venía del cielo, porque las nubes pintaban su piel y sus ojos eran el cielo que cubría a Santiago".

Un recuerdo malo y uno bueno 

Yo tenía un árbol de naranjas, era mi castillo de azahar, le llamaba el Sekun Guaray, por un cuento indígena que nos leía papá de pequeños.

En aquella casa de Santiago mis padres recibían a todo el mundo, siempre había gente grata en la casa... poetas, agricultores, titiriteros, fotógrafos, un recuerdo bueno, Santiago Apóstol de Trujillo, siempre conmigo.

 De recuerdos malos prefiero no hablar, duelen todavía.




-¿Cómo iniciaste en la poesía?

CS:Desde pequeños en la casa se nos daba libros, mis papás siempre se preocuparon por nuestra educación, así que recuerdo que leí poesía desde los 10 o 12 años.
Más tarde, en 5to año de bachillerato, le escribí unos versos a una jovencita que me gustaba (risas) pero eran más intentos de poemas que poemas (risas) y escribía en rimas.

-¿Por qué Educación mención geografía e historia? 

CS:Licenciado por los avatares de la vida. Yo quería estudiar en Mérida Historia pura, o Medios Audiovisuales, pero por circunstancias de la vida no pude irme, y terminé estudiando Contaduría Pública, carrera de la cual me retiré después de dos años y me cambié a Educación Geografía e Historia.

-¿Cómo incide la poesía en tu día a día?

CS:La poesía es una suerte de proteína que me mantiene vivo, cuando te mueves a su ritmo la vida se te hace dulce o dolorosa sobremanera, tienes grados muy elevados de sensibilidad.

Ver la vida por medio de la poesía es una extrema locura agradable. Así un día sin escribir un verso, sin leer un poema, es desagradable... Lo digo porque la poesía está en todos lados, los poetas de alguna manera somos traductores de las cosas. Somos creadores de pequeños universos también.

-¿Que hacés actualmente?

CS:Actualmente estoy buscando trabajo acá en Santiago, ya ha salido algo por allí, pero como dice la canción "nadie nos prometió un jardín de rosas, hablamos del peligro de estar vivos".
Estoy intentando contactar con poetas  de acá, ya me inscribí en un recital en Santiago.


-¿Tienes proyectos en mente?

CS: Hay muchos proyectos en mente (risas) todo el tiempo estoy pensando hacer cosas nuevas que no haya experimentado y cosas provechosas para la gente.

 Hay varios libros que deseo publicar, escribo canciones también, no canto. Quiero formar un grupo de artistas acá. Viajar, viajar mucho por el mundo, creo que es un proyecto en común con mucha gente.

-¿Azul o rojo?

CS:Celestial siempre, con difuminados en soles naranja.

-¿Profesas alguna religión?

CS: Fui bautizado bajo la iglesia católica, hice la primera comunión y todo... Pero no profeso otra religión que no sea el arte en todas sus formas, pintura, música, literatura, escultura, fotografía, cine, arte, arte en todas sus formas.

-¿Alguien que admires como mentor?

CS: Mis padres obviamente han sido un pilar fundamental en mi vida. Pero Javier Abreu fue un guía en el mundo de la bohemia, un hermano y papá poeta. Lastimosamente su cuerpo se lo llevó el cáncer, aunque sigue vivo en sus libros y en nuestras nostalgias.

-¿Sí tuvieras un día para hacer lo que quisieras qué harías?

CS:Si tuviera un día para hacer lo que yo quiera... buenos eso está difícil (risas) hay tantas cosas que uno quiere hacer. Pero ya sin pensarlo mucho, sería sacar del poder a todos los rojos enchufados del gobierno, desde Maduro hasta el más carroñero de los alcaldes del #CancerRojo


-¿El poema ganador del segundo puesto en el festival de poesía internacional es una crítica social o un vistazo a tu alma? 

CS:El poema ganador del concurso en Italia es un semáforo en rojo diciéndole "STOP"  a la codicia, a la maldad naciente del poder que otorga el dinero. Pero también es esa visión sobre mi infancia con respecto a la vida, cuando eres niño no sabes lo que es el dinero y menos si tienes un solar cargado de alimentos.

Es un poema humilde y nostálgico, de principio a fin, añorando esa niñez de temprana hierba.