lunes, 10 de abril de 2017

Por estas razones Trujillo es el destino predilecto para Semana Santa


Nuestro estado es un destino escogido para la semana santa por sus atractivos naturales y por ser epicentro religioso de Venezuela. Isnotú, Trujillo capital, Boconó, Valera y Urdaneta son la carta de presentación de la cuna del Venerable José Gregorio Hernández.

La semana santa es la ocasión perfecta para que las familias venezolanas se vayan de vacaciones. A pesar de la crisis económica que vive el país, Trujillo aparece como un destino económico y lleno lugares interesantes que el turista y propios deben visitar.

Isnotú: La cuna del Venerable


Isnotú es el paraíso espiritual de Venezuela. Uno de sus hijos está camino a los altares de la iglesia católica. La vida de este pueblito que pasaba desapercibido cambió cuando el día del entierro de José Gregorio Hernández la multitud aclamaba “¡Ha muerto un santo!”.


Ubicado en el municipio Rafael Rangel, son miles los turistas que llegan agradeciendo un favor concedido o incluso un milagro escondido para los jerarcas católicos al que llaman “El médico de los pobres”.


En Semana Santa Isnotú se crece en ríos de gente, toma las previsiones necesarias y conoce de cerca todo lo relacionado con José Gregorio Hernández.



Trujillo: Hogar de la patrona y del Monumento a la Paz


La catedral de Trujillo es una obra de casi 400 años, que tiene el honor de ser visitada por Simón Bolívar y el obispo Mariano Martí. Fue saqueada por piratas e incendiada, soportó los estragos del terremoto de 1812 y guarda en su centro la imagen de la Virgen de la Paz, patrona de los trujillanos.


En la capital también se encuentra el Monumento a la Paz, el monumento  habitable en honor a la Virgen María más alta del mundo, y la estatua habitable más alta de América.


En Trujillo puedes visitar la Casa de los Tratados o antigua Casa de Historia, visitar su plaza y caminar por sus calles que dejando ver sus montañas “semejan un pesebre de eterna navidad”.


Valera: De lo gótico a lo tradicional

Foto: José Castllo

En la ciudad comercial de Trujillo nos encontraremos con una estructura gótica que es considerada una de las iglesias más altas de los andes venezolanos, la iglesia San Juan Bautista.


46 vitrales adornan la iglesia San Juan Bautista. Fueron traídos desde Múnich, Alemania, luego de la II Guerra Mundial. Los vitrales relatan parte de la vida de San Juan Bautista. También, refleja a algunos profetas y momentos importantes encontrados en las escrituras bíblicas y tradición católica.


Un lugar que tampoco puedes dejar de visitar es el muy concurrido poblado de La Puerta, lugar predilecto de los zulianos por su clima perfecto (17°). La Lagunita ubicada a 15 minutos del turístico lugar es un sitio para disfrutar en familia un paseo a caballo o pedalear sobre la laguna artificial.

Boconó y su eterno jardín

Foto: Dixón Palmera

El Jardín de Venezuela tiene una gama de opciones para los visitantes. El santuario de San Alejo es el centro religioso de la que fuera capital de Trujillo. Su plaza, sus museos y parques hacen de Boconó uno de los destinos más visitados en los andes venezolanos.


Planificar la visita a Boconó puede resultar mucho mejor para el turista, así podrá conocer pueblos como Niquitao, San Miguel, y sin dejar por alto el viacrucis de Tostós.

La ruta de Boconó guarda mucho encanto que debe ser disfrutada por un pan tradicional de la zona, una acema y por supuesto un café andino mientras se respira aire de montaña.


Urdaneta: La perla de los andes

Foto: Yordanka Caridad

El encanto de este municipio es casi del cielo. Los parajes que acompañan el recorrido a los pueblos de Urdaneta son una obra de arte pintadas con el lienzo del creador.



En semana santa visitar el templo de Durí es una opción de primer nivel. Tocar el agua (bendita para muchos) que cae de una fuente ubicada en la pequeña capilla, llena de paz.


No se puede olvidar visitar al pueblo más bello de Trujillo, Jajó, disfrutar de las flores que ofrece La Mesa de Esnujaque y degustar las fresas que aguardan al turista en Cabimbú.


Antes de pensar en un destino costoso, no olvides que Trujillo espera al turista, y también a los propios.