miércoles, 26 de abril de 2017

Conoce 6 datos curiosos sobre Rafael Rangel


La tierra de sabios y santos vio nacer un 25 de abril de 1877 al gran Rafael Rangel, que sin saberlo, aportaba en esta fecha un ilustre personaje que dejaría grandes aportes con su obra al desarrollo de la ciencia nacional y sin duda, una luz que perdura en la cultura Venezolana.

 El joven que un día salió de Trujillo a perseguir su futuro, se consagro más tarde como el padre de la parasitología en Venezuela, gracias a su pasión por el estudio y amor por  la ciencia que le permitió crear grandes teorías basados en su investigación, en el entonces virgen campo de la parasitología humana.

Hijo de Eugebio Rangel, hombre astuto para los negocios y oriundo del antiguo departamento Sabana Larga de Valera, y de Teresa Estrada, una joven casi adolescente de bajos recursos económicos y habitante de la Quebrada de Vichu y Piedra el Zamuro.


Por quien fue y en quien se convirtió para los venezolanos, te presentamos  estas 6 curiosidades para que conozcas más de la vida de este ilustre trujillano.


Su nombre


Cuando nace, su madre Teresa Estrada lo presenta al mundo como José Rafael Estrada, lo que cambiaría luego de que ella muriera, seis meses después de haberlo traído al mundo el 29 de octubre de 1877, y su padre Eusebio se responsabilizara de él.

Rafael Rangel, como ahora lo conocemos, fue bautizado el mismo día en que sepultaban a su madre, en ese momento se le otorgo el apellido Rangel el cual sería legalizado el 30 de octubre por su padre ante la prefectura del Distrito de Betijoque, dándole así el derecho de usar este apellido el que más adelante  honró y dignificó para su familia y Venezuela entera.

Coincidencia

El 25 de abril de 1877, día en que nace Rafael Rangel, curiosamente llegan a Caracas los restos del Doctor José María Vargas, quien fue un importante personaje de la medicina venezolana, científico, catedrático, rector de la Universidad de Caracas (hoy UCV) y además el séptimo presidente de Venezuela. Sus restos que provenían de New York, fueron llevados al día siguiente a reposar en el Panteón Nacional

No culminó la universidad

Desde siempre fue aplicado para los estudios, así lo dejo demostrado con su huella imborrable. Sus primeros pasos en el aprendizaje fueron en la primera Escuela Federal creada en Betijoque en 1879, donde cursaría la primaria. Luego, debido a su inclinación hacia la vida sacerdotal su padre lo envía al seminario diocesano de Mérida donde cursaría estudios de teología, del cual posteriormente se retira e ingresa al Instituto Maracaibo el 3 agosto de 1896.

Rangel obtuvo el título de Bachiller a los 19 años de edad en la antigua Universidad del Zulia, bajo la mención de filosofía. Este joven trujillano siguió construyendo su camino y gracias a su hambre de conocimiento, viaja a Caracas para cursar su primer año de medicina en Universidad Central de Venezuela, en la que se encontraría con grandes maestros e ilustres médicos venezolanos.

Aun se desconocen las causas, pero Rafael Rangel llegó a cursar solo la mitad del segundo año de medicina y  se retiro voluntariamente. A pesar de no culminar la carrera universitaria nunca dejo de estudiar  y realizar investigaciones en el área de la ciencia, por lo que las bases que ya traía en el área de bacteriología y microbiología le abrirían las puertas del campo practico de la ciencia y de los grandes laboratorios  de Venezuela.     

Fue alumno de otro Trujillano

Trujillo la tierra que pare sabios ya tenía uno de sus hijos haciendo historia en Caracas, el cual se convertiría en 1897 en el segundo maestro y mentor de Rafael Rangel al ser nombrado como asistente del ilustre Doctor José Gregorio Hernández, quien ayudo a su coterráneo a terminar de familiarizarse  las técnicas de microbiología y seria pilar fundamental en sus posteriores estudios del sistema nervioso humano.


Padre de la parasitología

Dentro de sus tantos hallazgos y teorías que dejo para el desarrollo de la ciencia en Venezuela, hubo uno que lo consagro como el Padre la parasitología y bioanalisis  de nuestro país, el cual se debió al descubrimiento del parásito Necator americanus que causa la Anquilostomiasis o anemia tropical. Más tarde conoció que ya este parásito había sido descubierto por un estadounidense llamado Stiles, aunque eso no detuvo sus trabajos de investigaciones los cuales permitieron que Rafael Rangel lograra dar con el tratamiento para esta enfermedad en Venezuela.


Se suicidó


Durante el gobierno de Cipriano Castro se le asigno a Rafael Rangel la tarea de combatir la peste bubónica que afectaba a la Guaira. Para combatirla se vio obligado a quemar unos ranchos que estaban infectados, con la condición de que Castro indemnizaría a los afectados. La quema se llevo a cabo así como el cierre del puerto de la Guaira, todo esto se resumió en la erradicación de esta epidemia.

Pero todo no terminó ahí, pues Castro viajo a Europa y en ese momento Juan Vicente Gómez asalta el poder y se establece como presidente. Debido a esto, la deuda con las personas de los ranchos quemados comenzaron a exigirle a Rangel que cumpliera con la promesa que le había hecho. Gómez puso más presión al acusarlo de haberse robado el dinero que estaba destinado a las indemnizaciones, cosa que llevo a Rafael Rangel a hundirse en una gran depresión.

Rafael Rangel estuvo un tanto aturdido y distraído los últimos días de su vida. Un día antes de morir  invitó a estudiantes del Hospital Vargas a una ponencia, la cual se convertiría su último trabajo científico. En medio de la ponencia tuvo una decaída y comenzó a llorar en frente de la clase.

Su prematura vida termino la tarde del 20 de de agosto de 1909 tras ingerir cianuro potásico en su laboratorio. Los doctores Domingo Luciani, José A Rivas y J M Salmeron Olivares tras escucharlo agonizando corrieron al rescatarlo, pero ya era demasiado tarde y murió casi al instante.

Sin duda esa tarde Venezuela perdió a uno de sus grandes hijos. Aquel joven trujillano apenas comenzaba a dar sus frutos por el desarrollo científico de su país, pero a pesar de solo tener 32 años, dejo un largo legado lleno de conocimiento, constancia y sobre todo humildad para ser apreciado por las futuras generaciones.

Sus restos reposan en el Panteón Nacional como muestra de su compromiso y aportes importantes a la patria.