miércoles, 24 de febrero de 2016

2016 en Poesía

Fotografía: Carlos Solarte.
Amigo(a) lector(a), este año 2016 (en pleno inicio) ha resultado cargado de atípicas eventualidades para quien les escribe, experiencias que de forma muy particular han marcado el transitar de mi vida en estos dos meses, cosa que me ha llevado a escribir ciertos poemas de los cuales quiero compartir algunos con ustedes, poemas que de manera muy acertada explican (escritos como dice Briceño Guerrero, “bajo el imperio de la reflexión”) las experiencias más notorias. Queda a juicio de usted mi apreciado lector, el interpretar los poemas que a continuación les dejo.



De una tarde

Soy esta tarde ansiosa
presencia teñida de moribundo naranja
gravitando inconteniblemente
sobre el jazmín
en la profundidad del viento
busco los nombres verdaderos de las cosas
me pierdo entre los adagios de la malagueta
¿quién guía mis pasos como grito de loco al vacío?
algunas flores dijeron que seré eco en el viento
ojala mi palabra despierte una centella en el cosmos.




De 8:30 a 3:30

Somos motores
maquinas eléctricas
androides
computadoras
prototipos desalmados
pieza removible del capital
somos la diáspora
la miseria
nuestros pies tambalean
hijos del teclado ultra sensible
sodomizados por el wi-fi
adictos   jodidamente adictos.



En un sueño

Anoche me disparé más de tres veces en la sien
construí mi rostro con las adivinaciones del fuego
anoche me disparé más de tres veces en la sien
siempre me es dado reposar a las orillas de la noche
anoche me disparé más de tres veces en la sien
más allá   no sé dónde   sentado en pétalos violeta
anoche me disparé más de tres veces en la sien
la tierra enseña sus flores lastimadas
anoche me disparé más de tres veces en la sien
y aun no puedo abrazarla en estos pastos de soledad
anoche me disparé más de tres veces en la sien
en la desdicha   en la tempestad de las sombras
anoche me disparé más de tres veces en la sien
volví a encontrar el fracaso al amanecer.



          En la lluvia

La tarde toca su muerte con susurro de jazmín
descienden ángeles que empapan las calles
refrescan la sangre de las flores
las alas del aguacate resonando
hacia el desenfrenado sonido de los truenos
en la astronomía de los cocuyos
olor astral de tierra mojada
sabor lunar de ángeles caídos
sigo volando desesperadamente.



         Terrible poema de amor

                          a Rafaela, quien besa la temprana hierba

aquel cuerpo que reposa como piedra
me dice mira hacia atrás
y así quedan mis cartas
dilatadas de amor
no se marchita esta roja rosa
larga es la tarde
al paso de las estrellas
saludos hermosa ave
frente al enamorado de astros
no habrá mas
nada más habrá para ti:
mansos ángeles pintados de helechos
jóvenes vestidos de flores
frutas de cantos utópicos
y este terrible poema de amor.



          Una sonrisa

nada más
un pedazo de cielo
de infierno
una sonrisa
de mañanas azules
lunes florido
febrero elevado
agua fresca
una sonrisa
en eterna primavera
cascada de dulces burbujas
noble sonrisa de mujer

ríete siempre.